En el marco de la selección Cannes Classics, los estudios Shōchiku presentan una versión restaurada de Yashagaike (Demon Pond), dirigida en 1979 por uno de los pioneros de la nueva ola japonesa, Masahiro Shinoda. Una obra maestra mística cargada de tradiciones japonesas, y una de las películas más singulares del cineasta.
Seleccionado tres veces en Competición por Chinmoku (Silence) en 1972, Himiko en 1974, y Sharaku en 1995, el director, montador y guionista japonés Masahiro Shinoda regresa a Cannes con la versión restaurada de Yashagaike (Demon Pond). Entre drama fantástico e historia de amor trágico, el relato se sitúa en una aldea perdida en las montañas de la provincia de Echizen, donde reina la leyenda de que un dragón vive atrapado en el fondo de un estanque. Si la campana de la aldea no suena tres veces al día, el dragón quedará liberado y provocará un diluvio mortal. Akira y Yuri, encargados de hacer respetar esta misteriosa tradición, verán su vida profundamente afectada por la llegada del profesor Yamasawa a la aldea.
«Cuarenta y dos años después, la princesa demonio despierta de su largo letargo para volver a la vida y atraer a un nuevo público gracias a su belleza». Masahiro Shinoda
La tradición patas arriba es, efectivamente, el lema de la película. Con esta película, Shinoda adapta al cine una obra de kabuki, género teatral tradicional de Japón de más de cuatrocientos años de antigüedad, caracterizado por el elaborado maquillaje de los actores y sus imponentes dispositivos escénicos. Escrita a principios del siglo XX por Kyōka Izumi, escritor y dramaturgo japonés especializado en el género fantástico, esta obra pone en escena a un onnagata (actor que interpreta a un personaje femenino), encarnado en la película por uno de los actores de kabuki contemporáneos más conocidos, Tamasaburō Bandō. A esta leyenda mística se unen la audacia y el estilo apasionado de uno de los impulsores de la generación indignada de cineastas japoneses de los años sesenta, que dan lugar a una obra desbordante de riqueza.
Iniciada y supervisada por los propios Shinoda y Bandō, la restauración en 4K de esta obra demasiado poco conocida promete la resurgencia de estas criaturas mitológicas y maquilladas de los abismos del cine.
Restauración en 4K a partir del negativo original de 35 mm, facilitado por Shōchiku
Remasterización del sonido realizada por Shōchiku MediaWorX Inc.
Remasterización de la imagen realizada por Imagica Entertainment Media Services, Inc.
