Víctor Hugo Rascón Banda tenía una visión amplia de las necesidades culturales, recuerda la actriz Luisa Huertas

Cultura

Como un gran dramaturgo recordó Luisa Huertas, primera actriz de la Compañía Nacional de Teatro del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) a Víctor Hugo Rascón Banda, quien el 6 de agosto cumpliría 71 años de edad.
Para la actriz era sorprendente la capacidad de Rascón Banda para involucrarse en el trabajo creativo de la puesta en escena. “La figura de dramaturgista se usa en Alemania para este tipo de trabajos que se construyen entre quien escribe, el que dirige, los actores y creativos. Y Víctor Hugo podía trabajar de esta manera, con un teatro abierto, dispuesto a escribir cosas que el director le pedía o que los actores le sugerían en cuanto a rasgos de carácter de un personaje. Era un gran dramaturgista”.
Así trabajó con el director teatral austriaco, Johan Kresnik (fallecido el pasado 27 de julio) en el montaje de La Malinche en 1998. “Era un director especial, con un punto de vista muy personal. Ensayábamos en el Teatro Julio Jiménez Rueda y Kresnik decía: necesito a Víctor Hugo, y en 10 minutos estaba presente, me acuerdo de esa apertura, de esa disposición y de esa modestia”.
Originario de Uruáchic, Chihuahua, donde nació el 6 de agosto de 1948, Rascón Banda estudió Lengua y Literatura Españolas en la Escuela Normal Superior José Medrano, así como Dirección Escénica con Héctor Azar y Creación Dramática con Vicente Leñero y Hugo Argüelles en el Centro de Arte Dramático, AC (CADAC). También realizó la licenciatura, maestría y doctorado en Derecho en la UNAM.
Desempeñó labores como presidente de la Sociedad General de Escritores de México (Sogem), ha desempeñó como vicepresidente de la Confederación Internacional de Sociedades de Autores y Compositores y fue miembro de la Comisión de Artes y Letras del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) y del Consejo Consultivo del Instituto Mexicano de Cinematografía, además miembro de número de la Academia Mexicana de la Lengua, donde ocupó la silla número 28.
Su amplia obra incluye teatro, novela, cuento, guiones cinematográficos y de televisión. “A 11 años de su muerte, seguimos extrañando su presencia y liderazgo”, dijo la actriz quien ha interpretado diversas obras del dramaturgo, entre ellas DeSazón, que hace referencia a tres mujeres chihuahuenses, una menonita, una maestra de la sierra y una guerrillera tarahumara.
Luisa Huertas destacó el trabajo que Rascón Banda realizó en pro de la cultura y aseveró que aunque hay grupos y gente ocupada y preocupada por las mismas situaciones, no se ha dado un liderazgo como el que Víctor Hugo tenía.
“Recogía las expresiones y necesidades que todos teníamos y sabía representarlas, no ha surgido otro compañero o compañera con las cualidades que él tenía; abogado, docente, dramaturgo; le permitían tener una visión amplia de las necesidades de la cultura en el país y por ello tenía un discurso muy claro y concreto sobre qué debía hacer”.
Relató que cuando Víctor Hugo era niño se fue de su pueblo porque ahí no tenía acceso a la preparación que buscaba, tenía conciencia de la necesidad de que la cultura fuera equitativa.
Recordó que el año pasado el INBAL organizó un certamen a nivel nacional con obras de Víctor Hugo en ocasión de su décimo aniversario luctuoso. Para este año, en su natal Chihuahua se realizan jornadas con montajes, lectura de obras y proyección de películas en las que realizó el guion. Las actividades se llevan a cabo en varios municipios y, desde luego, en el lugar donde nació.
Su obra le sigue diciendo cosas a la gente, aseveró la actriz, y despierta interés en los jóvenes, además que todos los temas que abordó tienen gran vigencia en estos momentos que vive el país. “A 11 años se le sigue extrañando, sigue vivo en el corazón de muchos de nosotros”.
Víctor Hugo Rascón Banda escribió en 1979 su primera obra de teatro, Voces en el umbral, en la que recreó la vida de dos mujeres, una alemana y una tarahumara, que ven transcurrir su vida desde el auge hasta la decadencia minera.
Algunas de sus piezas llevadas a los escenarios son: Nolens Volens (versión de Teoría del proceso, 1974), De lo que aconteció a Litigonio y a su esposa Prudencia con Fraudonio (siete casos del derecho romano) (1976); Los ilegales (1979), Tina Modotti (1982), Playa Azul (1990, llevada al cine en 1991), Manos arriba (1984), Querido Diego, te abraza Quiela (versión del libro de Elena Poniatowska, 1988), Elena mil veces, vida y obra de Elena Poniatowska (versión en colaboración con Susana Alexander, 1990), Luces de Thermidor (1990), Contrabando (1991), La casa del español (Gran Festival de la Ciudad de México, 1992), Fugitivos (1992), El caso Santos (comisionada por el Teatro Dallas, en inglés, 1993), Veracruz, Veracruz (1994), Cada quien su vida (versión de cabaret, 1994), Los ejecutivos (1996), Por los caminos del sur (1996), Tabasco negro (1997), La banca (1997), La Malinche (1998) y La mujer que cayó del cielo (1999).
Es guionista de las películas Días difíciles, Morir en el Golfo, Jóvenes delincuentes, Playa Azul, El secreto de la Diana Cazadora, Tiempos de odio, Alucinada o El poder de Omnicrón, El caso Santos y Contrabando; de televisión: Nosotros los Gómez (coautor), La isla de la pasión (miniserie), La navaja, La banca (teleteatros) y Días de feria (telenovela).
Recibió innumerables reconocimientos nacionales e internacionales, entre ellos el Premio Nacional de Teatro Ramón López Velarde, en 1979 y 1981, por las obras La maestra Teresa y Salón Plaza; el Premio Latinoamericano de Teatro 1981 por Tina Modotti; el Premio Xavier Rojas 1981 al mejor teatro de búsqueda por Armas blancas. Su obra El baile de los montañeses obtuvo el Premio de Teatro 1982 en el X Festival Internacional Cervantino.
También obtuvo el Premio de Tomás Valles Vivar 1984 por su trayectoria literaria; el Premio Nacional Juan Rulfo para Primera Novela 1991 por Contrabando. Cuatro premios nacionales otorgados por el gobierno de Costa Rica en 1991 a Voces en el umbral; cuatro premios de la crítica, entre ellos, por Mejor obra de autor nacional en 1993 por La casa del español, el Premio Nacional de Dramaturgia Juan Ruiz de Alarcón y el Premio Rodolfo Usigli (1993). Recibió la Medalla Xavier Villaurrutia, en reconocimiento a su trayectoria por la comunidad artística del país. Víctor Hugo Rascón Banda murió el 31 de julio de 2008.