Vacunas contra el COVID-19: los desafíos tras los anuncios de Moderna y Pfizer

Internacional

Aún no hay datos finales sobre cuánto dura la protección de las vacunas, ni si tienen algún efecto adverso a lo largo del tiempo, recordaron los expertos de la agencia de salud de la ONU. Además, alertaron de que la distribución será muy complicada y limitada en los países al menos hasta mediados de 2021, con naciones que ya han hecho contratos unilaterales, reduciendo el número de dosis para el resto del mundo.

La Organización Mundial de la Salud está “muy feliz” y “alentada” por los resultados positivos preliminares de las vacunas contra el COVID-19 de las compañías Moderna y Pfizer, pero advirtió que aún deben esperarse los datos finales y el seguimiento de los efectos adversos en los pacientes una vez concluyan los ensayos clínicos.

“Estamos muy felices de escuchar sobre estas buenas noticias, pero hay muchas otras vacunas candidatas que entregarán resultados antes de que termine el año y comienzos del próximo, y algunas serán más fáciles de distribuir a nivel de los países y otras más complicadas. El panorama es bastante prometedor y tener a dos candidatas con más del 90% de efectividad es muy esperanzador, pero hay muchos desafíos en la implementación todavía”, aseguró la doctora Mariangela Simao, experta en vacunas y tratamientos, durante la conferencia bisemanal de la Organización.

La científica jefa de la OMS, Soumiya Suaminathan, expresó que los desarrolladores deben realizar un seguimiento de al menos dos meses a los pacientes que han recibido la vacuna una vez termine el ensayo clínico para evaluar los posibles efectos secundarios.

“Hay interrogantes que quedan todavía sobre cuánto dura la protección que proveen, el impacto sobre la enfermedad severa en diferentes poblaciones como los ancianos, así como reacciones adversas después de ciertos periodos de tiempo, así que esperamos que los ensayos clínicos sigan recogiendo datos”, dijo.

La distribución será limitada al menos hasta mediados del 2021

Suaminathan explicó que existen consideraciones de seguridad y eficacia, pero también asuntos prácticos como la cadena de frío y el número de dosis requeridas que tomará en cuenta el mecanismo COVAX a la hora de hacer contratos con los desarrolladores.

“Seguimos optimistas y nos gustaría trabajar con todos los desarrolladores y fabricantes en la iniciativa COVAX para asegurarnos de tener la mayor cantidad de opciones posibles, porque algunas vacunas serán más adecuadas para ciertas situaciones o grupos de personas, y otras tendrán condiciones especiales para su almacenamiento y distribución”, dijo.

Agregó que es claro que en la primera mitad de 2021 habrá dosis muy limitadas, y muchas de las compañías ya han hecho pactos bilaterales con algunos países, entonces muchas dosis ya están prometidas para naciones específicas.

“Nuestro objetivo es que podamos tener suficiente en nuestro mecanismo para los más vulnerables, como los trabajadores de salud que están siendo desproporcionalmente afectados por la pandemia. Queremos que estén protegidos sin importar de qué país vengan. Esto requiere solidaridad global”, expresó.

Las vacunas no salvan, la vacunación lo hace

El experto Edward Kelly de la Organización dijo durante la conferencia de prensa que el mundo no debe olvidar que, aunque la vacuna se implemente en el futuro, las medidas de salud pública tienen que seguirse aplicando.

“La última semana tuvimos 60.000 muertes y 4 millones de casos nuevos, y nos quedan muchas semanas más antes de que la vacuna esté disponible. No es la vacuna que salva a las personas, es la vacunación, y nos queda mucho por trabajar en la distribución”, dijo.

“Tenemos una gran cantidad de vacunas que están disponibles, como la del sarampión que tiene más del 95% de eficacia, y aun así todavía tenemos brotes de esta enfermedad”, agregó la doctora experta en inmunización Kate O’Brien, que reiteró que desarrollar las vacunas es como construir el campamento base del Everest, y entregarlas e inmunizar a la gente, es llegar al pico de la montaña.

La Organización pidió a los países que se preparen desde ya, ya que la mayoría de ellos no tienen programas para llegar a toda la población adulta.

“Estamos en un momento de gran esperanza, pero debemos tener esperanza con actitud, con determinación, planes, inversión, financiación, implementación para estar listos para entregar la vacuna a todos aquellos que se van a beneficiar de ella y hacerlo con equidad”, dijo el director de emergencias, Michael Ryan.

Casos en aumento en Europa y las Américas

Por su parte el director de la Organización Mundial de la Salud recalcó que, a pesar de las buenas noticias sobre las vacunas, se encuentra muy preocupado por el aumento de casos que se está viendo en algunos países.

“Particularmente en Europa y las Américas, los trabajadores de la salud y los sistemas de salud están siendo empujados al límite”, advirtió.

La OMS ha publicado orientaciones y herramientas para aumentar la capacidad del personal médico y de salud pública y los suministros e instalaciones para tratar a los pacientes con COVID-19, y está trabajando con los gobiernos y los líderes sanitarios para garantizar que haya cobertura para los trabajadores de salud que están enfermos.

“Que haya suficientes camas para los pacientes COVID-19 y para que los servicios de salud esenciales continúen con seguridad. Que haya suficientes mascarillas, guantes y otros equipos de protección. Que los gobiernos tengan acceso a suficientes pruebas, tratamientos y suministros para hacer frente a la demanda ahora. Y que los sistemas de salud estarán listos cuando se implementen vacunas seguras y efectivas”, dijo.

Tedros Adhanom Gebreyesus pidió que se haga todo lo posible para proteger a los trabajadores de salud.

“Se han esforzado más de lo normal durante meses. Están exhaustos. En este momento en que algunos gobiernos han puesto en práctica todas las restricciones de la sociedad, una vez más hay una ventana de tiempo estrecha para fortalecer los sistemas clave”, advirtió.

Tedros reiteró una vez más que los países que invierten en la detección de casos, la atención y el aislamiento, las investigaciones de grupos, las pruebas adecuadas con resultados rápidos, el rastreo de contactos y la cuarentena respaldada enfrentan muchas menos interrupciones y contagios.

“No hay excusa para la inacción. Mi mensaje es muy claro: actuar rápido, actuar ahora, actuar con decisión. No utilizar la gama completa de herramientas disponibles conduce a la muerte, al sufrimiento y daña los medios de vida y las economías. No es una elección entre vidas o medios de subsistencia. La forma más rápida de abrir las economías es derrotar al virus”, expresó.

Escucha y descarga gratuitamente para tu emisora o podcast