Un haka histórico

Deporte

Ocho partidos jugados, ocho derrotas. Este era el registro que arrastraba Nueva Zelanda de camino a su último partido en la Copa Mundial Femenina de la FIFA 2011, contra México. Cuando se llevaban disputados casi 90 minutos, y con una ventaja de 2-0 para el rival, el noveno fracaso consecutivo parecía inevitable.

Lo que aconteció a continuación sorprendió al mundo. Todo empezó en los últimos segundos del tiempo reglamentario, cuando la capitana Rebecca Smith transformó de cabeza lo que el comentarista del encuentro dio en llamar “un gol de consolación”.

Sin embargo, se convirtió en el preludio de un desenlace apasionante, en el que Hannah Wilkinson marcó de volea el agónico tanto del empate en el minuto 94.

Aquel gol de la jovencísima suplente neozelandesa, a la sazón jugadora amateur, otorgó a su país un primer punto en el Mundial femenino. Por muy histórico que fuera el resultado, el orgullo que inundó a toda la concentración kiwi procedía sobre todo la forma en la que se logró.

“Para nosotros es como si hubiéramos ganado la Copa Mundial, ¡es increíble!”, declaró John Herdman, el entonces seleccionador del equipo. “Para esta muchacha de 19 años, salir del banquillo y transformar la última ocasión del partido en una Copa Mundial es algo inconmensurable. Pocos jóvenes de su edad pueden vivir un momento así”.

Wilkinson, quien actualmente trabaja para recuperarse de una grave lesión con la esperanza de jugar su tercer Mundial en Francia 2019, admitió en la época que “estaba un poco ida” tras anotar su histórico tanto. “No puedo expresar con palabras lo que significa marcar un gol como este”, añadió.

En tales circunstancias, para las neozelandesas solo había una manera de celebrar el haber representado a su país con tanto orgullo y agallas. Y así fue como la legendaria haka hizo su aparición en una Copa Mundial Femenina de la FIFA.

Como explicaba Smith, la capitana y goleadora del equipo: “Aquella celebración era nuestra manera de saludar a los aficionados que habían venido desde tan lejos para vernos”.

Sin duda alguna, el gesto más apropiado para festejar un resultado histórico y una de las remontadas más inolvidables de la Copa Mundial Femenina.