Un concierto entrelaza los sentimientos de la orquesta y su público

Cultura

Una prueba del cómo debería funcionar la sociedad, es la conjunción de sentimientos que se entrelazan entre una orquesta y su público, y esa sinergia fue la que se consiguió durante el concierto ofrecido este viernes por el Coro Conulvium Musicum y la Orquesta Filarmónica Nacional Mexicana, en la casona de Xicotencatl, antigua sede del Senado de la República.

Así lo consideró, Eduardo Carlos Juárez, en su segundo concierto del año, interpretando el memorable Requiem para W. Amadeus Mozart. Es una obra escrita por el célebre compositor austriaco, que por cierto dejo inconclusa a su fallecimiento.

El concierto se desarrolló con el auspicio del Senado y la colaboración de Producciones Artísticas Interdisciplinarias. Fernando Diego, coordinador del Coro, condujo una gran interpretación vocal del Requiem, el cual es de una gran solemnidad, toda vez que resulta ser una oración dedicada a los difuntos.

La Orquesta Filarmónica tiene una particularidad, dos de sus músicos cuentan con menos de 15 años, y a decir del director del conjunto, a su corta edad llevan alrededor de cinco mil horas de ensayos musicales, lo cual todavía es más meritorio.

Fue una velada que dejó a los presentes con gran satisfacción.