Últimas dos semanas de la muestra Brassaï. El ojo de París en el Museo del Palacio de Bellas Artes

Cultura

La exposición Brassaï. El ojo de París, primera retrospectiva en nuestro país de la obra de uno de los artistas fundamentales en la historia de la fotografía: el húngaro Gyula Halász, se despedirá del Museo del Palacio de Bellas Artes el 16 de junio.
Hasta ese día las personas podrán apreciar los 12 núcleos—París de noche, Placeres, París de día, Grafitis, Minotaure, Lugares y cosas, Personajes, Sociedad, Cuerpo de mujer, Retratos. Artistas, escritores, amigos, La calle y Sueño- que componen la muestra, que cuenta con más de 200 piezas.
Brassaï, miembro clave de un grupo de fotógrafos europeos y americanos, cuyos trabajos redefinieron la identidad y enriquecieron el potencial de la disciplina fotográfica como forma artística, nació con el nombre de Gyula Halász (1899- 1984) en Brassó, Transilvania.
Tras estudiar arte en Budapest y Berlín, se trasladó a Francia en 1924 para dedicarse a la pintura. Nunca regresó a su lugar de origen y en 1949 adoptó la nacionalidad francesa. Fue en París donde, a finales de los años veinte, Halász sobrevivía gracias a los ingresos por la venta de artículos y caricaturas a periódicos alemanes y húngaros.
Gyula Halász quedó inmediatamente cautivado por la vida de la ciudad, no solo por los artistas y escritores de Montparnasse, sino también por los maleantes, las prostitutas y otros habitantes de los legendarios bajos fondos parisinos.
En esa época las fotografías sustituyeron rápidamente a las ilustraciones tradicionales en periódicos y revistas, y el trabajo de Halász para estas publicaciones lo llevó a improvisar una agencia fotográfica en la que él era el único empleado. A principios de 1930 empezó a desempeñarse en el arte del lente y pronto descubrió que su mayor talento residía en ese medio que antes había despreciado.
A diferencia de los fotógrafos con inclinaciones artísticas de principios de siglo, los líderes del nuevo movimiento descubrieron el potencial artístico de las imágenes directas. Cuando la tradición que iniciaron empezó a ser celebrada a partir de 1970, el trabajo que Brassaï había hecho en 1930 fue reconocido como una de sus piedras angulares.
Brassaï. El ojo de París, cuya curaduría está a cargo de Peter Galassi, uno de los mayores expertos en la obra del fotógrafo, no sigue, a diferencia de muchas otras retrospectivas, un orden cronológico: está distribuida en 12 secciones, las cuales resultan diferentes entre sí, lo que da cuenta de la gran diversidad del trabajo fotográfico de Halász.
La exposición cuenta con una cronología realizada por Stuart Alexander, autor de uno de los textos del catálogo homónimo que se desprende de la muestra; un video ilustrativo de Paris de nuit; una serie de infografías de apoyo sobre revistas y grafiti y un video explicativo sobre los personajes, amigos y artistas que rodearon a Gyula Halász.
La muestra incluye un vídeo de introducción en Lengua de Señas Mexicana para acercar las obras de Halász a personas con discapacidad auditiva. De igual manera, se desarrolla el programa Arte ligado a tus recuerdos, dirigido a adultos mayores que consiste en recorridos mediados que promueven el diálogo y la memoria colectiva para este sector de población.