Todos somos deudores de Beethoven: Mario Lavista

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“Todos somos deudores de Beethoven, eso es indudable”. La frase le pertenece a Mario Lavista, miembro de El Colegio Nacional, quien para sustentar su afirmación agregó: “es el fundador del concierto moderno: todas las orquestas del mundo, los conciertos de cámara, los solistas, todo mundo toca a Beethoven. Pero, además, forma parte de la educación misma, porque todas las academias, los conservatorios del mundo, son impensables si no estudias su música; en el taller de composición de Carlos Chávez, se le dedicaban seis meses sólo a la música de Beethoven.”

Durante la segunda sesión del ciclo 250 aniversario del natalicio de Beethoven, coordinado por Adolfo Martínez Palomo y Mario Lavista, miembros de El Colegio Nacional, además del director de ópera Sergio Vela, se presentó Mar afuera, pieza coreográfica de Claudia Lavista, y un recital de piano a cargo de Ana Gabriela Fernández.

Un homenaje dancístico y musical, que también sirvió para propiciar una reflexión sobre la obra del genio de Bonn, a quien el compositor mexicano definió como uno de los grandes constructores de la forma: en sus manos, las formas clásicas que hereda siguen siendo vigentes.

“Lo que pasa es que extienden las formas musicales en el tiempo; por ejemplo, la tercera sinfonía,  “Heroica”, que es la que marca el paso a la segunda etapa de Beethoven donde vemos cómo sigue usando la forma sonata, la fundamental del clasicismo, pero la amplía de tal manera que la transforma en una forma de cuatro partes, siendo que la sonata clásica es de tres partes: la exposición, el desarrollo y la reexposición, pero el artista añade una coda tan enorme que se convierte en un segundo desarrollo, así que amplía las formas clásicas.”

Mario Lavista es un convencido de que Beethoven lleva a su final el clasicismo en la música: no deja de ser el heredero de Mozart, “a quien admira muchísimo y estudia un tiempo con Haydn”, lo que convierte a la segunda mitad del siglo XVIII en una de las épocas más brillantes para la música, en palabras del compositor: “tener en un espacio de 60-70 años a Haydn, Mozart y Beethoven es absolutamente inusitado.”

“Su música contiene muchos aspectos de contenido filosófico, del cual habla en sus cartas, como la amistad, el heroísmo, la libertad, pero esto fue posible gracias a su maestría musical: desde las primeras obras es un maestro absoluto de la forma”.

Dentro de un diálogo que sostuvo con Sergio Vela, Mario Lavista reconoció en el artista alemán a uno de esos compositores que intentan apropiarse de la historia misma: no sólo emplea las formas barrocas dentro del contexto de la música clásica “y lo hace de una manera inusitada; por ejemplo, utiliza fugas, la forma característica del barroco y no sólo se atreve a componerla, sino que la coloca en el contexto de una sonata, como es la Opus 110 (Sonata no. 31, Op. 110 en La bemol mayor), que termina con dos fugas y la segunda es la inversión de la primera: emplea formas barrocas y clásicas en un mismo contexto y le da una forma impresionante.”

En ese aspecto, Sergio Vela recordó que Beethoven fue un heredero característico de la primera escuela de Viena, con Haydn y Mozart como representantes: “tiene un primer periodo que abarca hasta los 30 años de su vida; uno intermedio que llega a los 45 y los últimos 10 años de su vida son las obras de madurez, donde advertimos el respeto y el dominio absoluto de los aspectos formales.”

Un juguete dancístico

Como parte del homenaje a Ludwig van Beethoven, se transmitió la pieza Mar afuera, cuyo concepto, dirección y coreografía estuvo a cargo de Claudia Lavista, teniendo como música a la Sonata No. 4, Op. 23 para violín y piano, 2.º movimiento, con Chloë Haslip en el violín; y Danny Driver, al piano.

La pieza fue creada por comisión de la Compañía Nacional de Danza, como parte de las actividades de homenaje a Beethoven y si bien su presentación física ya no fue posible, Cuauhtémoc Nájera, director de la Compañía, “nos insistió a desarrollar algo en video, para estrenarlo en el Cervantino y decidí no hacer una videodanza, sino un juguete coreográfico digital”, compartió la coreógrafa, previo a su proyección.

Para ello, desde abril se dio a la tarea de indagar en las posibilidades de una aplicación como Zoom, lo cual se convirtió en “un campo muy divertido de investigación creativa: no es videodanza, sino trabajos digitales hechos en esta plataforma.”

En la coreografía participaron Stephania Fierro, Nayely Quiroz, Yered Tobón y Fausto Serrano, bailarines de la Compañía Nacional de Danza del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL): una obra definida por Claudia Lavista como muy juguetona y divertida, donde también hace un homenaje a René Magritte.

“Me sirvió la música como columna vertebral. Primero elegí la música y después comencé, sobre esa música, a estructurar este juguete coreográfico.”

Sin embargo, Sergio Vela, subrayó que la música usada en la coreografía, una obra relativamente temprana de Beethoven, no había sido pensada como música coreográfica, lo que no deja de ser interesante, porque la misma Claudia Lavista había señalado que el tratamiento surgió de la audición esmerada y cuidadosa del ese segundo movimiento: una especie de remanso, al que el título de Mar Afuera queda perfectamente justificado con las imágenes.

“No quisiera dejar de subrayar el hecho de que Beethoven escribió algunas obras coreográficas, pero aquí podemos advertir una estupenda utilización de un discurso musical para crear una pieza coreográfica propositiva e imaginativa”, afirmó.

La segunda sesión del ciclo 250 aniversario del natalicio de Beethoven, con la presentación de Mar afuera, pieza coreográfica de Claudia Lavista y el recital de piano a cargo de Ana Gabriela Fernández, se encuentra disponible en el Canal de YouTube: elcolegionacionalmx.