Todos Santos reflexiona sobre el adiós que se le dice al lugar de origen

Cultura

A veces el proceso de intentar sobrevivir, con los obstáculos y dificultades que implica, es como franquear el umbral que separa la ilusión y la desesperanza. Por ello, ante la ruptura de lazos sociales y comunitarios, algunas personas dejan sus tradiciones, familia y lugar de origen en busca de un refugio.
Ese es parte del panorama que nos muestra la obra Todos Santos, un monólogo sobre la identidad, la pérdida y la migración, con la mujer como protagonista. Esta puesta en escena permanecerá hasta el 17 de febrero en la Sala Xavier Villaurrutia del Centro Cultural del Bosque, con funciones jueves y viernes a las 20:00, sábados a las 19:00 y domingos a las 18:00.
La puesta en escena Todos Santos, bajo la dramaturgia de Mónica Perea y la dirección de Sixto Castro Santillán, cuenta la historia de una empleada doméstica de nombre María, quien es interpretada por la actriz Mayra Sérbulo.
Es así como, a través de la historia de María, la obra hace un viaje a nuestras raíces, a nuestros muertos, al dolor de dejar la tierra, la familia, las amistades, las esperanzas, los amores, los lazos ineludibles del lugar que nos vio nacer, del olor a copal.
Junto a una mesa pequeña, un molcajete, una olla y un metate, María comienza a preparar mole para su patrona y, conforme va cocinando, se deshilan las historias que abordan los motivos que la llevaron a salir de su tierra, los momentos críticos que la obligaron y los recuerdos de los suyos.
Entre un olor a copal, queso, mezcal y mole, María se prepara para regresar a su pueblo de Oaxaca, un lugar que guarda toda su vida, donde sus muertos la esperan, donde honrarlos será el mayor de sus motivos. Ella recuerda el dolor que vivió al sepultarlos y rememora el momento cuando tuvo que decirles adiós para irse a trabajar hacia otro cielo que se encuentra muy lejos de ellos y que se llama ciudad.
María refleja la vida de muchas mujeres que por situaciones similares tienen que salir de su tierra a causa de situaciones adversas, de la necesidad de buscar un refugio. Pero se rescatan ellas mismas a través de sublimar el dolor de todas sus pérdidas.