En The Velvet Underground, Todd Haynes examina la historia de este grupo de los años 1960 que nació en Nueva York y contó con la producción de Andy Warhol, una verdadera bomba cultural que revolucionó la historia del rock mundial en tan solo cuatro años. Una composición musical presentada Fuera de Competición, 4 años después de Wonderstruck y 6 años después de Carol, en Competición en 2015, que le valió el premio de Interpretación femenina a la actriz Rooney Mara.
No se trata de la primera incursión de este prolífico director en el género musical: en Gran Bretaña, en la época dorada del glam rock, Velvet Goldmine, en Competición en 1998, narraba la historia de una estrella encarnada por Jonathan Rhys-Meyers, con un personaje protagonista inspirado muy de cerca por el Ziggy Stardust de David Bowie. El otro personaje era Curt Wild, inspirado en Iggy Pop y Lou Reed, ya entonces emblema de los Velvet. Y en 2007, I’m not There, por su parte, se inspiró en la vida del icónico Bob Dylan.
Transformado en uno de los grupos de rock más venerados del mundo en tan solo unos años, el mítico Velvet Underground, unido a la aventura de la Factory de Warhol, tuvo a Nico como vocalista por un tiempo, así como a Lou Reed, quien fue uno de sus guitarristas, el vocalista y uno de los principales compositores. La película de Todd Haynes se dedica a narrar cómo este grupo que invadió el universo musical de los años 1960 y 1970 se convirtió en una referencia cultural que simboliza un conjunto de contradicciones: una música tan atemporal como representativa de su época, tan literaria como realista, y arraigada tanto en el arte con mayúsculas como en la cultura urbana.
