Sin presupuesto el campo para 2022 y posible tasa impositiva a los agricultores: CCI

Nacional

El Presidente de la Central Campesina Independiente, José Amadeo Hernández Barajas, advirtió que en el discurso el Gobierno Federal es consistente con el intento de desmantelar a las organizaciones ya sea eliminándolas de los programas de subsidios o bien presionándolas por la vía fiscal, por ello, convocó a fortalecer el movimiento campesino, a construir una agenda básica y tratar de incidir en las políticas públicas; nos pronunciamos también porque los partidos mantengan sus principios y su identidad.

“El ataque a la organización social continúa avanzando y nosotros seguimos en lucha pero dispersos, distantes de otras fuerzas sociales y si no es con unidad, con solidaridad, no vamos a superar esta etapa de agresión y menosprecio a las organizaciones sociales que son producto de la vida democrática de nuestro país”, subrayó.

Ante una eventual reforma fiscal enviada por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, que implica una afectación hacia los productores que forman parte de una Unión de Crédito, Módulo de Riego, Asociaciones Rurales de Interés Colectivo, Asociación de Productores, y otras figuras de asociación, no podrán ser parte del Régimen Simplificado de Confianza, el costo que implica esta medida es que pasan de una tasa del 4% sobre su base fiscal a una tasa del 27% y pierden la facilidad para hacer pagos provisionales por semestre.

“El Ejecutivo ha planteado cambios importantes en materia de impuestos: Quiere que al cumplir 18 años, los jóvenes se inscriban en el Registro Federal de Contribuyentes; quiere reducir el financiamiento a las organizaciones de la sociedad civil que realizan actividades altruistas y quiere cambiar de régimen a los productores agropecuarios, con lo que se pagarán más impuestos”, enfatizó.

Al clausurar los trabajos del 58 Congreso Agrario Nacional, el dirigente de la CCI señaló que en cuanto al presupuesto para el campo, nada nuevo que decir, los productores tendrán que esperar mejores tiempos. “Claramente el sector agroalimentario ha padecido de una reducción de presupuesto, y en recientes ocasiones se ha buscado que el sector primario sea tasado con mayores gravámenes, como el intento de incremento de las tarifas de agua.

Los productores tendremos que esperar un gobierno sensible, que brinde apoyo para la renovación de maquinaria y equipo agrícola, necesario porque la mayoría está obsoleta y tenemos un déficit superior al 50%.

Tendremos que esperar para recibir apoyos para capacitación y asistencia técnica, tan necesaria para una generación de productores en su mayoría con analfabetismo funcional, apuntó.

El presupuesto 2022, tiene muchas carencias para el campo y de seguro se aprobará sin mover una coma por los diputados del partido en el gobierno (MORENA), como los tiene adiestrados el presidente.

La situación económica y social del campo mexicano se ha ido deteriorando y hoy que más se requiere el apoyo del gobierno, más se ha recortado el presupuesto público: De más de 70 mil millones de pesos que se destinaban al fomento productivo en el 2018, este año se destinan apenas unos 28 mil millones.

Este gobierno desapareció apoyos para modernizar maquinaria, equipo agrícola, para capacitación, infraestructura, etc.; dice que vamos bien, que ha aumentado la producción sin los programas de fomento, pero veremos qué pasa cuando la máquina se haga vieja, cuando el equipo ya no funcione.

Están en curso los trabajos para la aprobación del Presupuesto 2022 y aunque el presupuesto del Programa Especial Concurrente para el Desarrollo Rural Sustentable aumenta un 8%, se mantiene la misma estructura programática que no contempla apoyos para fomento productivo.

La CCI se ha pronunciado por un campo ordenado, seguro y en paz; por un campo productivo que produzca suficientes alimentos para los mexicanos; por un campo rentable, que genere ingresos dignos para los productores; por un campo sustentable, que equilibre naturaleza sana y producción y por un campo equitativo, sin pobreza ni desigualdad.

A las organizaciones campesinas nos ha tocado el enorme reto de enfrentar en forma simultánea las crisis de salud, económica y climática, que han traído una nueva etapa de atraso, pobreza y desigualdad en el campo, pero también nos toca el gran privilegio de dar la cara con firmeza a las adversidades, de sembrar una nueva semilla de esperanza.

“Sé que la mayoría de las organizaciones del campo son combativas, sé que tienen claro que el enemigo es un modelo injusto en la distribución del producto del trabajo de todos y sé que todas tienen la capacidad y la voluntad de luchar para construir un mundo mejor para los campesinos, sobre todo para los jóvenes y para las generaciones que vienen”.