Si hay teatro dramático en México, es por Rodolfo Usigli, afirma Alcántara Mejía

Cultura

En el marco de la Cátedra Rodolfo Usigli, el especialista José Ramón Alcántara Mejía, de la Universidad Iberoamericana (UIA), abordó el tema Un Usigli aposdramático e hizo una revisión de la noción de teatralidad del dramaturgo, de quien, dijo, se ha escrito una profusa literatura, pero aún hay diversas aristas por explorar.
En el ciclo de conferencias en el Centro de Investigación, Documentación e Información Teatral Rodolfo Usigli (CITRU) del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), el investigador comentó que valdría la pena montar las obras Corona de fuego y Corona de luz, que tienen mucho significado para el momento político y social que vive el país.
Añadió que Usigli tenía una imagen generosa y abierta que contrastaba con su carácter polémico y temperamental. “Para mí, Usigli tenía una extraordinaria calidad humana y la prueba de ello son sus obras, las cuales constituyen un valioso regalo que le dejó a México”.
Señaló que quizá la polémica viene de que queremos seres humanos perfectos, pero no existen y acotó que prefería abordar la parte gentil y amable de Usigli y hacer un replanteamiento del concepto de drama. “Si hay teatro dramático en México es por Usigli”.
José Ramón Alcántara también abordó el problema del drama y el teatro desde algunas formulaciones aposdramáticas hasta el concepto de teatro posdramático, el irremediable quiebre entre drama y teatro, la exploración de la teatralidad y el final del siglo, así como las dramaturgias de lo real.
Su acercamiento a El gesticulador (1938) fue desde diversos enfoques: la simulación revolucionaria, la construcción de la identidad moderna, la función histórica del teatro y el realismo histórico.
Establecida por la Secretaría de Cultura, a través del INBAL y el CITRU, en colaboración con la UIA, la cátedra dedicada al estudio de la escena latinoamericana conmemora el legado de Rodolfo Usigli al cumplirse su 40 aniversario luctuoso.
José Ramón Alcántara es profesor investigador emérito de la Universidad Iberoamericana y miembro del Sistema Nacional de Investigadores. Cursó las licenciaturas en Literatura y Psicología, además de contar con estudios teológicos de maestría en la Regent College en Vancouver, Canadá, y de literatura romance en la Universidad de Washington, en Seattle, Estados Unidos. Es doctor por la Universidad de Columbia Británica, en Canadá.