Aclamada por la crítica en el Festival de Sundance, Share es el primer largometraje de la directora estadounidense Pippa Bianco, en la que aborda el tema del voyerismo, de la vergüenza y de la soledad en la era de las redes sociales. Presentada en el marco de las Proyecciones Especiales, la película compite por la Caméra d’or.
En 2015, Pippa Bianco se alzó con el primer premio de la Cinéfondation con Share, un cortometraje de once minutos casi sin diálogos que seguía a una estudiante de instituto acosada por los mensajes y que se cuestionaba sobre las consecuencias psicológicas de una violación.
De esta idea central nació el primer largometraje de la directora, del mismo título, en el que continúa su exploración de la memoria, de la vida privada, de la soledad y de la incertidumbre a través de Mandy, una chica de 16 años cuya vida se transforma cuando descubre un vídeo perturbador de una velada que no recuerda. Enfrentada a la ausencia fantasmagórica de un evento que la atormenta, Mandy se esfuerza sin embargo por recuperar sus recuerdos y hallar la verdad mientras las consecuencias de esta noche se expanden con fuerza por toda su vida.
El término «Share» hace referencia al mismo tiempo a la posesión y a la divulgación, y quería abordar la cuestión de los derechos que creemos tener sobre las experiencias vividas por otros.
Utilizando su experiencia como punto de partida, Pippa Bianco interrogó a numerosas víctimas y expertos cuyos testimonios le ayudaron a «crear una experiencia emocional y reflejar las dificultades que Mandy experimenta mientras atraviesa por todas estas grandes conmociones», destaca la cineasta.
Para plasmar la realidad sombría y las emociones ambivalentes de Mandy, también se rodeó de la artista electrónica Shlohmo, cuyas «piezas permiten acceder a los sentimientos más negros». En la era de las nuevas tecnologías y de las redes sociales, que se hallan en el corazón de nuestra sociedad, Share invita a reflexionar sobre los daños que pueden causar.
