La seleccionada nacional y medallista de bronce en los Juegos Centroamericanos y del Caribe Barranquilla 2018, Debanhi Nallely Ochoa Licón disfruta la aventura de ser madre de un pequeño de un año y cuatro meses, así como su segundo embarazo de casi tres meses.
Ochoa Licón es seleccionada nacional de judo y a la vez mamá del pequeño Isaías, roles que ha logrado combinar a la perfección con ayuda de su esposo, el judoca Nabor Castillo.
“Es una tarea difícil, que he logrado combinar con ayuda de mi esposo; el levantarse temprano, llevar al bebé a la escuela, sacrificar horarios de descanso para cuidarlo, pero lo hago con todo mi amor, para que él se sienta orgulloso de mí”, mencionó la deportista.
De igual manera, comentó que a sus 22 años de edad el ser mamá le ha cambiado la vida, pues es una aventura extraordinaria con grandes satisfacciones.
“Antes llegaba de los entrenamientos súper cansada y llegaba a dormir, ahora es llegar a ver qué va a cenar el bebé, bañarlo, dormirlo, al día siguiente rendir en los entrenamientos y seguir cuidándolo, pero no estoy sola, me apoya Nabor. A veces los dos estamos agotados y el bebé trae toda la pila, pero es algo que hacemos ambos con amor. Ha sido una aventura extraordinaria”.
Asimismo, comentó que la situación más complicada que tuvo que pasar fue el tener que estar concentrada con la selección nacional en la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE), previo a su participación en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, y tener que dejar a su hijo, quien en ese entonces tenía dos meses de edad.
“Fue una etapa muy difícil, él tenía dos meses y yo tenía que estar en CONADE, junto con Nabor, para prepararnos de lunes a sábado para Barranquilla. Fueron tres semanas de no verlo más que en fotos y videos, el pensar que era muy pequeño para dejarlo, fue muy difícil para mí.
“Cuando fueron los Centroamericanos tuve el apoyo de mi mamá para cuidarlo y yo poder estar enfocada a la competencia, en esa semana empezó a pararse solo, me puse triste de perderme ese momento tan importante como madre, pero valió la pena porque traje dos medallas de bronce para él, para que se sintiera orgulloso de su mamá”.
La ganadora en Barranquilla 2018, dijo que pondrá una pausa en su carrera deportiva para dedicarse a su pequeño, así como disfrutar de su segundo embarazo, posteriormente, regresará al tatami para prepararse para el siguiente ciclo olímpico, pues también tiene el sueño de llegar a unos Juegos Olímpicos.
“Pienso poner una pausa al judo, dedicarme a mis bebés, obvio, sin dejar los entrenamientos para poder hacer el siguiente ciclo olímpico, ya regresando a mi peso anterior de competencia”, explicó.
Para Debanhi Ochoa el apoyo de la familia es lo más importe y destacó que el tener a Nabor y a Isaías la motivan a dar el extra en sus competencias y que se han convertido en su inspiración.
“La familia lo es todo para mí. Mis dos hombres me apoyan en mis peores días. Nabor siempre me motiva, me apoya cuando más lo necesito, están ahí los dos para sacarme una sonrisa cuando he pensado en rendirme, son mi motor, mi mayor motivación y me hacen ser mejor día a día”.
