Sandra Muciño, alumna de la Escuela Superior de Música del INBAL, seleccionada para cursar diplomado de fagot en Viena

Cultura

La estudiante de la licenciatura en fagot de la Escuela Superior de Música (ESM), Sandra Muciño, fue aceptada para continuar sus estudios en el Musik Und Kunst de Viena (MUK, Austria) bajo el programa Certificate of Performance, el cual se realiza en un año y se basa en el perfeccionamiento técnico y de estudio de repertorio solista y de música de cámara y orquestal.
“Haber sido aceptada en el MUK fue una gran satisfacción, porque estudiar un arte implica demasiado sacrificio emocional y familia, pero se hace con mucho amor algo que sí rinde frutos, es gratificante. Saber que voy a estudiar con un maestro de primer nivel como Marcelo Padilla me hace sentir muy halagada”, comentó en entrevista Sandra Muciño.
La alumna de la Escuela Superior de Música del INBAL fue escuchada por el maestro Marcelo Padilla en noviembre del año pasado en el Festival de Texcoco, plataforma importante para los estudiantes de la ESM. Posteriormente fue motivada por el promotor musical y por la maestra Maribel Suárez para que hiciera los exámenes de ingreso al MUK de Austria.
A partir de una estrecha comunicación se planeó el repertorio que Muciño tenía que presentar en la audición, seguido de una preparación que conllevó tiempo extra, arduo trabajo y entrega, y finalmente fue aceptada con gran orgullo en la institución extranjera, en la que generalmente solo se seleccionan alrededor de dos o tres alumnos por año. El diplomado en fagot iniciará en octubre y concluirá en agosto.
“Tuve la oportunidad de trabajar con el maestro Marcelo Padilla en algunas master class y lo que me gustó de él es que siempre busca lo más favorable para la música. “El ego del artista queda a un lado y se busca que todo nuestro ser esté enfocado a hacer música. Su concepción del sonido es muy importante para mí porque el sonido es la voz con la que me puedo expresar y creo que él me puede ayudar a encontrar esa voz”.
Dentro del proceso de ingreso al MUK, lo principal fue la selección del repertorio, explicó. “Pensé que tenía que ser algo con lo que me sintiera identificada, pero que también pudiera demostrar lo que sé hacer. Buscaba que fuera algo genuino y de lo que pudiera ser parte. Una vez elegido el repertorio comenzó un estudio minucioso de las piezas.
“En la escuela encontré al pianista Hugo Jiménez quien me ayudó. Fueron muchas horas de grabación, al final hubo que enviar el video y esperar casi tres semanas para que me dieran el resultado. Afortunadamente aprobé la audición. En la ESM tuve buenas bases con la maestra Carolina Lagunes que me formó en toda mi carrera, y la maestra Maribel Suárez llegó a darle forma a todo lo que había estudiado y nos motivaba a salir a estudiar al extranjero”.
Muciño reconoció que competir con personas de todo el mundo para ingresar a una escuela en Austria, cúspide de la música, fue complicado. “El MUK de Austria es una universidad de mucho prestigio, pero más que ir por la escuela, realmente voy por el maestro que es de un gran nivel, ahí reside el mérito. Fui aceptada allá gracias a mi trabajo y a la dedicación de mis maestros que nunca me dejaron sola.
“Lo que me llevo de la ESM es lo aprendido con maestros como Jorge Torres, Wilfrido Terrazas y Aníbal Robles, su visión de la música. Su dedicación para dar clases y transmitir conocimientos son una motivación para no quedarnos en ser simples artesanos de la música. Afortunadamente he tenido maestros muy preparados pero la visión que te da estudiar en otro país influye en cómo te desarrollarás como artista”.
Consideró que el fagot es su voz y la manera que encuentra para expresar lo que no puede decir con palabras. “Siempre es un trabajo técnico y en ocasiones se vuelve complicado cuando no puedo transmitir a través de esa voz que elegí, por eso es necesario seguir con el estudio. En México tenemos el talento pero carecemos de disciplina y planeación.
“Por eso es necesario que los jóvenes se organicen y que en sus horas de estudio siempre tengan objetivos claros sobre lo que quieren aprender en el momento, y que siempre lo hagan con mucho amor. A veces puede ser un poco frustrante estudiar música, pero el amor hace no ceder ante esas emociones, por eso siempre es necesaria la organización y el amor”, concluyó.