Responsabilidad de todos, que la democracia no muera: Janine Otálora

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La magistrada de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), Janine Otálora Malassis, se pronunció por cuidar a la democracia y al sistema electoral mexicano que se ha construido por generaciones y afirmó que es responsabilidad de todos que esta no se muera.
En el segundo día de actividades de la 7ª Feria Internacional del Libro (FIL) del TEPJF, afirmó que la democracia es un patrimonio común, que permite incluir a minorías, y permite que las cosas buenas sucedan.
Lo anterior al presentar el libro “Vida y muerte de la democracia” del politólogo australiano John Keane (INE-FCE, 2018) junto con el consejero del Instituto Nacional Electoral (INE), Marco Antonio Baños y el secretario Ejecutivo del instituto, Edmundo Jacobo Molina; María Guadalupe Salmorán Villar, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM y con la moderación de Claudia Valle Aguilasocho, magistrada de la Sala Regional Monterrey del TEPJF.
Janine Otálora sostuvo que en México la democracia no se detuvo el 2 de julio de 2018 con la elección, y ahora hay que analizar, en lo administrativo y lo jurisdiccional, de qué manera podemos cuidarla. Es responsabilidad de todas y todos, dijo, vigilar que no se acabe.
La magistrada refirió la advertencia que hace John Keane en el sentido de que la democracia es frágil y que puede desaparecer y perderse.
Marco Antonio Baños reconoció la importancia de la obra, pues analiza la evolución de la democracia por 2 mil 600 años, “cosa que se dice fácil, pero es evidentemente una cantidad impresionante de trabajo detrás de la obra”. Consideró que la construcción de la democracia es muy compleja y requiere de mucho esfuerzo, talento y de apertura de todos los que participan, pero, alertó, “se puede dinamitar de una manera sencilla”.
Edmundo Jacobo Molina destacó que además de los datos que contiene el libro, se trata de una lectura obligada, por las particularidades de la coyuntura actual y su puesta en práctica, mientras que María Salmorán Villar dijo a su vez que una de las virtudes de la obra es que Keane no se queda con el relato histórico occidental de la democracia, sino que se vale de distintos referentes, personajes y episodios, en países del oriente.