Reflexionan especialistas sobre la creación y expresión artística del Salón de la Plástica Mexicana, en siete décadas

Cultura

A 70 años de su fundación, el Salón de la Plástica Mexicana (SPM) del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) se rige por un principio de libertad, creación y expresión; por eso en su seno se albergan diversas corrientes, desde las raíces nacionalistas de sus miembros fundadores hasta las expresiones contemporáneas.
Lo anterior fue expresado por la coordinadora nacional de Artes Visuales del INBAL, Mariana Munguía, durante el conversatorio en el que se hizo un recuento del desarrollo del SPM en sus siete décadas de existencia, en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.
Creado en 1949, entre sus fundadores se encuentran Raúl Anguiano, Gerardo Murillo Dr. Atl, Angelina Beloff, Agustín Lazo, David Alfaro Siqueiros, Diego Rivera, Carlos Mérida, Alfredo Zalce, Leopoldo Méndez, José Chávez Morado, Pablo O’Higgins, Frida Kahlo y Germán Cueto, entre otros.
Acompañada de los investigadores Ana Garduño, Luis Rius Caso y Luisa López Campos, y la artista Susana Campos, Mariana Munguía dijo que el SPM sigue siendo un referente por la relevancia de sus integrantes.
Señaló que con la creación de un patronato en 1953 y con la organización de los salones anuales se inició el coleccionismo de obras de los artistas miembro a través de los premios de adquisición que permitieron crear el acervo del Museo de Arte Moderno, por ejemplo.
Aseguró que, en siete décadas, este espacio ha sufrido grandes retos en función de mantener sus valores plurales, de ahí que hasta la actualidad haya congregado a 450 artistas mexicanos y extranjeros.
En tanto, Ana Garduño habló sobre el coleccionismo que ayudó a crear los acervos de los museos públicos mexicanos. “La historia del SPM es profunda e importante, por eso requiere de una nueva revisión histórica”.
Para el investigador Luis Rius, en 1949, Nueva York se convirtió en el centro cultural mundial y México vivió una efervescencia cultural en todos los ámbitos. “El Salón de la Plástica Mexicana era un espacio crítico y plural donde existían diversos paradigmas del arte”.