Reconocerá FINI a fotógrafa mexicana Lourdes Grobet

Cultura

PACHUCA DE SOTO, Hgo. – El X Festival Internacional de la Imagen (FINI) que organiza la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) del 24 al 30 de abril de 2020 en la capital hidalguense, rendirá homenaje a la fotógrafa mexicana Lourdes Grobet, reconocida por sus obras basadas en la cultura de la lucha libre y por mirar la mirada de los que no son escuchados. Entre otras distinciones, en 2014 Lourdes Grobet ganó la Medalla al mérito fotográfico otorgada por el Instituto de Antropología e Historia México; en 1982 conquistó el Premio de Adquisición en la II Bienal de Fotografía del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y en 1988 obtuvo el Premio “Juan Pablos” con el libro “Bodas de sangre” como el mejor libro de arte.
La obra de esta artista consta de instalaciones, objetos, libros y fotografías entre los que figuran retratos, paisajes pintados con herramientas digitales, entre otras, que le han valido numerosas becas, exposiciones individuales y colectivas, así como cursos y presentaciones en el extranjero.
La artista fue parte de los fundadores del Consejo Mexicano de Fotografía junto a Pedro Meyer, Lázaro Blanco y la crítica de arte Raquel Tibol. Además, ha sido acompañante del Laboratorio de Teatro Campesino desde 1986 hasta la fecha, e integrante de Proceso Pentágono, un colectivo de arte contemporáneo mexicano entre 1978 y 1993.
Con la influencia de maestros como Mathías Goeritz, Aceves Navarro y El Santo, buena parte de la obra fotográfica de Lourdes Grobet tiene que ver con la transgresión, el humor y la provocación. Enemiga de exquisiteces, en medio de las paradojas siempre procura la posición de combate. Mirar la mirada de los que no son escuchados. Contraria a la convencionalidad del momento, sus ojos no buscan hacer imágenes adecuadas al discurso de moda. Las que ha producido a lo largo de estos años más bien se suman a la fuerza de los otros discursos, los que cuestionan el orden de las cosas.
A través de su mirada, Lourdes Grobet demuestra que la supuesta identidad única y homogeneizante sólo sirve a las redes de la opresión. Por ello en las imágenes de Grobet se pueden apreciar los diferentes sentidos de lo propio: de las fotografías de los actores del Laboratorio de Teatro Campesino e Indígena a la de los protagonistas de la doble lucha. En palabras de la artista: “La energía y vitalidad de la cultura mexicana”.
En un contexto donde en el México de la década de los años sesenta se agudiza la desigualdad social a raíz del modelo económico implantado, donde el campo entra en proceso de empobrecimiento y la población migra a las grandes ciudades, y donde las luchas sociales buscan mejoría laboral y apertura democrática, la artista mexicana encontró en la fotografía un medio dinámico para comunicar y transmitir aspectos de la vida colectiva, donde se observa no solamente el registro de las cosas sino una intervención de los hechos.