Recesión: ni inevitable, ni global*

Finanzas

Petróleo se dirige a caída semanal.

Las bolsas de Europa van al alza hoy, al momento de abrir los mercados en EE. UU. El índice FTSE 100 subía 1.7%, el DAX ganaba 0.98%, el Euro Stoxx 50, 1.83% y el CAC 40 subía 2.27%. El IBEX 35 de Madrid ganaba 0.98%, de acuerdo con datos de la plataforma de inversión multiactivos eToro.

En Estados Unidos, las bolsas abren al alza, con el Dow Jones subiendo 1.06%, el S&P500 1.36% y el Nasdaq 1.86%.

Varias noticias están alentando a los mercados, la primera, la estimación de que la Reserva Federal podría moderar su ritmo de alza de tasas después de la próxima reunión en julio, al darse más signos de un enfriamiento de la economía.

La segunda es una baja en los precios del petróleo que, aunque hoy cotizan ligeramente más altos (105.5 dólares el barril de WTI), se dirigen a una caída semanal. Lo mismo sucede con los precios del cobre, que perdieron 7% esta semana. El mecanismo sucede como un círculo virtuoso. Los precios de la energía bajan ante una menor expectativa de crecimiento global, alimentando a su vez un panorama de menor inflación en el mediano plazo.

Sin embargo, las ventas de casas nuevas para mayo subieron inesperadamente, a 696,000, un incremento de 10.7%, contra una esperada disminución. Al parecer hubo un último esfuerzo por adquirir vivienda en EE. UU: antes de que las tasas subieran aún más.

El que sí fue acorde con las expectativas de enfriamiento fue el índice de confianza del consumidor de la U. de Michigan, que bajó a 50, puntos, contra los 50.2 esperados.

En acciones individuales, Fedex sube más de 7%, al mejorar su pronóstico para el año. Netflix sube más de 3%, tras anunciar el recorte de 300 empleados adicionales para disminuir costos, y Microsoft sube 2.5%, en un buen día para las acciones tecnológicas.

En Europa, los líderes de la Comunidad Europea invitaron formalmente a Ucrania y Moldavia a la Unión Europea, mientras la región se prepara para un recorte total del gas natural proveniente de Rusia.

¿Qué tan profunda sería una recesión?

Los temores de una recesión se están disparando. Con una inflación del 8.6%, la Fed se centró en reducirla «pase lo que pase», y los últimos indicadores de actividad del PMI caen bruscamente. Pero una recesión no es inevitable, considerando los principales indicadores y los amortiguadores de recesión de empresas y consumidores.

Tampoco sería necesariamente global, con una rotación de crecimiento hacia la región de Asia, a medida que China reabre su economía. Probablemente también sería superficial, dados los bajos desequilibrios macroeconómicos. Los mercados prospectivos han descontado mucho, con valuaciones que bajaron 25%, aunque las utilidades siguen siendo vulnerables.

Los mercados están en modo “las malas noticias son buenas”, ya que los riesgos de crecimiento enfrían las perspectivas de inflación, los rendimientos de los bonos y las materias primas. Es momento de estar invertido, pero a la defensiva, para el rebote en forma de U.

Ha habido 11 recesiones en EE. UU. desde la Segunda Guerra Mundial. Duran un promedio de 10 meses, de pico a valle. Se han acortado a medida que los bancos centrales mejoraron en la gestión de la economía y ésta se volvió más orientada a los servicios y menos cíclica. El siguiente rebote de valle a pico tiene un promedio de 5 años. Los mercados alcistas se construyen sobre los hombros de los mercados bajistas y las recesiones. Estos duran casi cuatro veces más y son más grandes, ya que la recesión reduce los desequilibrios macroeconómicos y la valuación.

El aumento de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal para reducir la inflación y enfriar los mercados laborales impulsa la mayoría de las recesiones, como dice el adagio: «los mercados alcistas no mueren de viejos, son asesinados por la Reserva Federal». Pero las causas varían desde crisis financieras y apalancamiento (2007) hasta sectoriales (desplome tecnológico de 2001) u otros problemas (pandemia de 2020 o crisis del petróleo de 1970).

El conductor principal a menudo decide su profundidad y longitud. Con los desequilibrios macroeconómicos bajos y las expectativas de inflación en el largo plazo ancladas, esto debería ser moderado, en el peor de los casos.

*Ben Laidler es Estratega Global para eToro, ha sido director de estrategia en numerosas instituciones financieras y es egresado del London School of Economics and Political Science, así como de la Universidad de Cambridge.