Queremos ser incluidas no por el hecho de ser mujeres, sino por el hecho de ser iguales: Concepción Company Company

Cultura

*En el Día Internacional de la Mujer se presentó el libro Desigualdades. Mujer y sociedad, coordinado por Concepción Company Company, Linda Rosa Manzanilla y María Elena Medina Mora, integrantes de El Colegio Nacional.

*”Incluirme es un hecho biológico, pero excluirme por ser mujer es un hecho social, cultural, profundo, de política pública, de ciudadanía”, destacó la lingüista.

* El libro habla de “esa otredad, la que es excluida, ignorada, minimizada, invisible, la que no tiene voz, la que es agredida, maltratada y violentada, “la que muere todos los días sin respiro, sin tregua”, a decir de Beatriz Rodríguez Villafuerte.

Una fecha como el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, adquiere nuevos significados, gracias a uno de los movimientos más importantes que se han dado en los últimos 10 o 15 años: “el movimiento feminista que una y otra vez alza la voz, alzamos la voz, para decir ´queremos ser incluidas no por el hecho de ser mujeres, sino por el hecho de ser iguales´”, aseguró Concepción Company Company, integrante de El Colegio Nacional.

Al reflexionar en torno al libro Desigualdades. Mujer y sociedad, coordinado por las colegiadas Linda Rosa Manzanilla Naim, María Elena Medina-Mora y Concepción Company Company, la lingüista reconoció la importancia de haber resignificado una fecha simbólica, para transformarla de una festividad, “de una fecha en que se nos felicitaba desde la masculinidad”, a un día de reflexión.

“De broma le decía a mis amigos y colegas hombres ‘yo no quiero que me felicites, porque tú tienes 364 días para ti y por eso nadie te celebra y tú me pones en un pedestal un día, con florecitas y chocolates, y después me ignoras me excluyes, me invisibilizas’.”

“No quiero que me excluyas por ser mujer, pero tampoco quiero que me incluyas por el hecho de serlo, porque incluirme es un hecho biológico, pero excluirme por ser mujer es un hecho social, cultural, profundo, de política pública, de ciudadanía.”

Presentado como parte del programa de actividades de la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU), organizada por la Universidad Veracruzana, el volumen es resultado de las Segundas Jornadas Sociedad y Mujer, que se llevaron a cabo en 2018 en El Colegio Nacional, bajo tres ejes: Mujer y trabajo, Mujer y salud, y Mujer educación y cultura.

“En 2018, nos pareció a las coordinadoras que era importante preguntarnos cómo se estaban dando los problemas de desigualdad, si se había mejorado en algo, si seguíamos con los mismos problemas respecto de las décadas finales del siglo XX”.

El libro reúne reflexiones sobre asuntos que parecieran estar superados, aun cuando la realidad diga lo contrario, como la razón por la cual las mujeres con preparación de oficio, con profesiones universitarias, de especialización, no logran insertarse laboralmente, haciendo de México “el peor país de Latinoamérica en la inserción laboral de mujeres preparadas”, resaltó la lingüista.

La colegiada advirtió sobre la manera en que el fenotipo incide en el peor acceso de las mujeres a mejores puestos de trabajo y peor salario, lo que no sucede en el caso de los hombres, “si a eso se conjunta el ser indígena y tener entonación de una lengua materna que no sea el español, eso parece una bomba molotov, porque las mujeres indígenas son las más rezagadas en la aceptación y la inserción social o el acceso a la salud”.

“Me han preguntado por qué siendo lingüista no hay un capítulo sobre lenguaje incluyente, uno de los temas que generan más sensibilidad en el asunto de equidad. Yo misma le dije a mis colegas que no lo hiciéramos, porque íbamos quemar pólvora en infiernillos, porque todo mundo se va con la finta del lenguaje incluyente como un problema que le da visibilidad a las mujeres, pero no solucionan los problemas de fondo, que sí están tratados en el libro”.

Para la investigadora de la Universidad Veracruzana (UV) Beatriz Rodríguez Villafuerte, uno de los aspectos a destacar del libro es que nos habla de esa otredad, la que es excluida, ignorada, minimizada, invisible, la que no tiene voz, la que es agredida, maltratada y violentada, “la que muere todos los días sin respiro, sin tregua”.

“Esa otredad que trabaja triples o cuádruples jornadas que no le son reconocidas igual que a los otros; esa otra que se ha incorporado de manera masiva y sorprendente al mercado, pero sin lograr los mismos reconocimientos y salarios que los otros. Esa otra que ha incrementado la feminización de la matrícula en el país, pero que por múltiples razones abandona, deserta, o termina, pero tampoco alcanza los puestos y los salarios del otro.

“Esa otra que, a pesar de haberse roto el alma para salir al espacio público se le quiere seguir confinando a los rincones de la vida privada, para que atienda las tareas familiares y de cuidado, y así el otro pueda seguir en la vida pública”.

Desde la perspectiva de la Coordinadora de la Unidad de Género de la UV, los diferentes textos reunidos en el libro Mujer y sociedad apuestan por identificar las causas y tamaños de las brechas de género, analizando la participación económica, política, familiar, domésticas y salarial de las mujeres, donde la segregación vertical que se observa en todos los sectores es un claro indicador de las asimetrías prevalecientes.

“Documenta desde distintas visiones, la inaplazable necesidad de atender las disparidades y las brechas de género existentes en el país. Si las mujeres seguimos asumiendo de manera individual, privada y gratuita, las labores de tarea y cuidado, continuamos sin tener control sobre nuestra sexualidad y salud reproductiva. Así difícilmente podrán cerrarse estas brechas y acabarse las desigualdades.”

Para la especialista, redescubrir este libro permite mirar con otros ojos lo que todavía nos falta. Cada texto hace aportaciones significativas, en un concierto de voces que suman, aportando propuestas interesantes que, en conjunto, “hacen un llamado urgente a la reivindicación de nuestros derechos”.

“Las mujeres hemos luchado desde nuestros espacios por la equidad. A pesar de esa explosión normativa, aun con mayor escolaridad, la situación poco a ha cambiado: las reflexiones, los datos, aportan al debate actual y permanente sobre la urgente necesidad de erradicar las desigualdades que han permitido y permiten que esto prevalezca”, enfatizó Beatriz Rodríguez Villafuerte.

Guillermina Natera, investigadora del Instituto Nacional de Psiquiatría, centró sus comentarios en un trabajo desarrollado en una comunidad indígena en la zona Hñähñu, en el estado de Hidalgo, en relación con el consumo del alcohol, como un ejemplo de la manera en que se puede llevar a cabo, “en una sociedad altamente patriarcal, una recuperación de la identidad de la mujer”.

El estudio de las emociones sirvió para entender y corroborar la influencia de la vida patriarcal en la vida emocional de las mujeres, como son las creencias que las han llevado a tolerar la violencia de los hombres, pero que ellas mismas pueden frenar, reflexionando sobre esta situación y encaminándose a un estado de restauración emocional o búsqueda de identidad.

“El proceso de intervención benefició a las mujeres para transitar de un estado emocional de sufrimiento, por el mandato patriarcal de obediencia al hombre, al esposo, por aceptar el consumo excesivo de alcohol y la violencia de su pareja, a un estado de restauración emocional más benéfico, a pesar de la presencia fuertemente patriarcal de la cultura.”

El libro Desigualdades. Mujer y sociedad, coordinado por las colegiadas Linda Rosa Manzanilla Naim, María Elena Medina-Mora y Concepción Company Company, se encuentra disponible para venta en la página libroscolnal.com y su presentación puede verse en el Canal de YouTube de la institución: elcolegionacionalmx.