PUNTALES: AMLO en Washington ¿Cuál es el verdadero propósito?

Deporte

Agustín Vargas*

Después de tres años de renegociación, el nuevo Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), el cual sustituye al TLCAN, entra en vigor este próximo 1 de julio de 2020.Desde el fin de semana, el Senado y la Cámara de Diputados discutieron en sesión extraordinaria reformas a seis leyes para que el país pueda cumplir a plenitud sus compromisos con el T-MEC.

Estas leyes buscan brindar a la industria con normas oficiales mexicanas más claras y sencillas, así como que fomenten la innovación industrial (mejoras en los registros de patentes), o el fomento al desarrollo industrial en el sector farmacéutico. El T-MEC es en lo esencial, muy similar al TLCAN.

El gran triunfo consistió en preservar mayoritariamente las condiciones existentes y en minimizar el propósito original de presidente Donald Trump de transitar de un tratado simétrico a uno que beneficiara sólo a Estados Unidos.

El T-MEC es una herramienta de suma importancia, ya que asegura que México seguirá gozando de acceso irrestricto al mercado más grande y competido del mundo.

Conviene recordar que para llegar aquí, Trump aceptó la importancia estratégica de México para EU y las modificaciones al texto del tratado permitieron que la mayoría de los demócratas terminara aceptándolo. No es muy común lograr conciliar por completo requerimientos republicanos y demócratas.

Pero hay que recordar también que la revisión del TLCAN, incluso hasta su cancelación, al igual que la construcción del muro fronterizo con México, fue propuesta por el inquilino de la Casa Blanca desde que era candidato presidencial, con la firme intención de causarle perjuicios a nuestro país, aunado todo esto a su política migratoria discriminatoria hacia los mexicanos.

¿Qué tendría que celebrar este miércoles en Washington el señor presidente Andrés Manuel López Obrador, quien tiene previsto visitar a Donald Trump en la Casa Blanca, cuando éste se ha dedicado a desdeñar nuestro país, humillar y discriminar a los migrantes mexicanos, culpándonos incluso de todos los males que aquejan a la Unión Americana?

En este contexto resulta por demás interesante e importante hacer referencia a la carta que hace unos días envió a Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores, Bernardo Sepúlveda Amor, en su calidad de Embajador Emérito de México, a propósito de la visita de AMLO a Donald Trump.

Con la calidad moral y profesional que acredita Sepúlveda Amor, diplomático de carrera y con amplia trayectoria, comienza su misiva transmitiendo a Ebrard sus razones por las que considera que la visita de AMLO a Trump es altamente inconveniente para el interés nacional. “No existe, a mi juicio, un fundamento político que explique una visita de esta naturaleza”.

Carta de Sepúlveda a Ebrard

Aquí reproducimos algunos fragmentos de la parte final del documento del ex secretario de Relaciones Exteriores, en donde recuerda precisamente algunas de las actitudes despóticas de Trump hacia México y los mexicanos:

“El 31 de agosto de 2016 el candidato republicano Trump, a invitación del Presidente Peña Nieto, visita México por unas horas y se le extiende trato de Jefe de Estado, con todos los símbolos correspondientes. En Estados Unidos se interpreta esa acogida como un respaldo a Trump y el Partido Demócrata se subleva ante ese supuesto apoyo mexicano a Trump, generando de esta suerte un clima poco propicio a las causas favorables a México.

“Trump regresa a un mitin en Arizona, en donde se encarga de vilipendiar a México y a los mexicanos, agrediendo, estigmatizando, ofendiendo y humillando a los migrantes de origen mexicano, acusándolos de criminales y violadores, anunciando su persecución una vez que alcance la Presidencia, todo lo cual ha cumplido a plenitud con un discurso profundamente anti-mexicano.

“Trump y su antagonismo y desprecio hacia México no podrán quedar en el olvido y, sin más, borrarse de la memoria de los mexicanos, desplazando su dignidad, su respeto y su orgullo patrio. De ser así, la historia nos lo habría de reclamar. No puede y no debe existir ni el perdón ni el olvido.

“Se anuncia que la visita se inscribe en el contexto del T-MEC. Pero el T-MEC en principio entrará en vigor con independencia de la visita y no hay una relación de causa efecto.

“También se ha señalado que el propósito de la visita es agradecer a Trump el suministro de ventiladores para atender a contagiados por el Covid-19. Ese agradecimiento se puede todavía efectuar mediante una carta de aprecio reconociendo la ayuda recibida o, en el caso extremo, mediante una videoconferencia que reciba una amplia difusión, con la imagen de los dos presidentes conversando amablemente sobre las bondades de los ventiladores.

“No he incluido aún en esa conversación al Primer Ministro Trudeau, quien hasta la fecha no se ha comprometido a acudir a Washington. A pesar de ello, el Presidente López Obrador ha indicado que viajará a Washington con o sin la presencia del Primer Ministro del Canadá en esa reunión, a pesar de ser ese país el tercer componente en el T-MEC. Pierde así sentido invocar el T-MEC como fundamento de la vista.

“Se ha dicho que se trata de una visita de Estado. No es correcto el empleo de ese término, que tiene una connotación específica. Una visita de Estado supone un ceremonial considerablemente más amplio y de mayor impacto político, comprendiendo una invitación para pronunciar un discurso ante el Congreso estadounidense, reuniendo conjuntamente para estos propósitos a las dos Cámaras que lo componen. Tradicionalmente, el Jefe de Estado es hospedado en la llamada Casa Blanca durante su estancia en Washington.

“Por lo visto, ahora se trata tan sólo de una visita oficial, ya que se ha señalado que no habrá otros eventos salvo la reunión con el Presidente Trump.

“Con base en el conjunto de los planteamientos que he formulado, no encuentro ninguna ventaja política o económica que beneficie a México en la visita que realice el Presidente López Obrador a Washington para entrevistarse con el Presidente Trump.

“Considero, por el contrario, que esa visita afectará negativamente al interés nacional, produciendo un efecto de desagrado y repudio entre los mexicanos, de una profunda decepción al quedar vulnerados los principios que pertenecen a una tradicional política exterior, en donde la respetabilidad de la nación mexicana es un valor supremo e indeclinable, valor que ahora es imperativo mantener inmaculado.

“Con un cordial saludo, B.Sepúlveda”.

Pero tampoco existe un motivo que justifique la oportunidad de la visita, en momentos en que se lleva a cabo un proceso electoral en Estados Unidos y en donde la asistencia del presidente López Obrador a una ceremonia irrelevante se habrá de interpretar como un apoyo a la reelección de Trump y eso los advierte perfectamente también el excanciller Bernardo Sepúlveda.

Sin duda, los efectos políticos negativos que se producirán en México y en Estados Unidos, con la visita de AMLO a Trump, habrán de ser perdurables y eso no tiene nada que ver con el T-MEC.

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*Periodista, director de la Revista Hábitat Mx