Proponen apropiación social de la ciencia

Cultura

Las humanidades deben tener un papel preponderante en el desarrollo del conocimiento, debatir e intercambiar con la ciencia y la tecnología, participar en la innovación y poner en el centro la necesidad de crear sinergias y equilibrios entre los distintos tipos de saberes, coincidieron expertos reunidos en la UNAM.

En la mesa redonda Humanidades y Educación Superior: generando sinergias entre ciencia, tecnología y humanidades, Domingo Alberto Vital Díaz, coordinador de Humanidades de la Universidad Nacional, destacó que sinergia significa energías compartidas, y que al aplicarla se logra en colectividad mucho más que en lo individual.

Asimismo, mencionó cinco articulaciones que deben darse: entre educación básica y educación superior; entre instituciones de educación superior y redes del ramo, como la Red Global Universitaria para la Innovación (GUNI, por sus siglas en inglés); entre docencia e investigación; entre los distintos ámbitos y disciplinas de la investigación; y entre las instituciones de educación superior y la sociedad.

En tanto, María Elena Álvarez-Buylla Roces, titular del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT), indicó que se requiere implementar una apropiación social de la ciencia.

Además, dijo que se ampliará y profundizará el papel transversal del Consejo para tener una visión holística, con rigor científico, humanístico y social.

“Se pretende que los proyectos y planes nacionales estratégicos, de todas las áreas, tengan esta visión holística. Planteamos partir de los grandes problemas o retos para articular las capacidades científicas, tecnológicas, humanísticas y sociales que logren de una manera eficaz entendimientos profundos y soluciones a temas urgentes de atender como son violencia, inseguridad, soberanía alimentaria, salud, paridad de género y uso sustentable del agua, entre muchos otros”, subrayó.

Álvarez-Buylla consideró que en todo ello la visión social y de derechos humanos es fundamental. “Y en el quehacer científico y tecnológico también lo es, porque si bien la ciencia y la tecnología han dejado para la humanidad muchas herramientas, explicaciones y soluciones, también han dado lugar a desarrollos que han implicado riesgos sociales y ambientales, a veces peligros. Ello no se puede analizar si no es desde una perspectiva integral y multidisciplinaria”.

La nueva administración del CONACyT, añadió, contempla integrar el conocimiento profundo y de frontera de las humanidades y las ciencias sociales.

En el auditorio Jorge Carpizo, de la Coordinación de Humanidades, Josep Vilalta, director ejecutivo de la GUNI, opinó que se debe superar, con un enfoque propositivo, la dicotomía entre la posición alarmista que sostiene que las humanidades deben desaparecer, y la visión proteccionista, que defiende a ultranza este tipo de conocimiento, incluso cuando está aislado. “Ni catastrofismo ni proteccionismo, mejor dinamismo”, recomendó.

GUNI es una red mundial creada por la UNESCO, la Universidad de Naciones Unidas (UNU) y la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), con sede en Barcelona, España, donde está su secretariado.

Contiene a 230 instituciones (universidades, instituciones de educación superior y cátedras CONACyT) de 80 países. La red regional de América Latina y el Caribe, a cargo de Axel Didriksson, del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (IISUE) y coordinador del evento, cuenta con 66 miembros de 15 países, relató Vilalta.

A propósito, Didriksson informó que, gracias a un convenio entre la GUNI y la UNAM, esta casa de estudios será la sede regional para América Latina y el Caribe, la cual estará concentrada en el IISUE y la Coordinación de Humanidades.

Los ponentes de la mesa redonda adelantaron que, para profundizar en este tema, la Coordinación de Humanidades realizará el evento “Foro sobre una letra”, referente a la inclusión de las humanidades en el CONACyT. “Esta vez la ‘h’ no será muda”, concluyó.