Negocios echados a perder
*ABM * Alianza de oposición *
Por Gerardo Flores Ledesma
DESDE EL miércoles pasado, Citibanamex ha enviado mensajes a todos sus clientes por la vía digital. Hablamos de casi 13 millones de personas a los que la institución bancaria intenta plantarles un sello de confianza luego de la frustrada compa-venta entre particulares y la injerencia del presidente Andrés Manuel López Obrador y sus declaraciones de que necesita un banco.
Citibanamex tiene una red de casi 1,500 sucursales; casi 10 mil cajeros automáticos. Es un banco cuyo valor de mercado supera los 10 mil millones de dólares. El presidente lo quiere. No son los mexicanos, ni los ahorradores o suplicantes de crédito, sino su gobierno, su administración, sus seguidores.
Vale preguntar: ¿Para qué quiere un banco si ha presumido a la institución financiera llamada “Del Bienestar” como la más sólida, moderna y de avanzada tecnológica que hay sobre la faz de la tierra.
No. La intención del presidente es quedarse con Banamex “porque es un buen negocio”.
Ante todas esas inquietudes, Banamex ha enviado una carta a sus usuarios para explicar que Citi anunció que llevará a cabo una Oferta Pública Inicial (OPI) de sus negocios de Consumo y Banca Empresarial en México, y están convencidos de que sus clientes, accionistas y colaboradores serán beneficiados con esta decisión.
O sea, ¿ya no habrá beneficios para ellos por el retiro de la oferta de compra-venta, en la que participaron más de 7 bancos y el principal apostador, Germán Larrea, dueño de Grupo México?
Para nadie es un misterio que AMLO se metió desde un inicio en la operación lo que obligó a Citigroup, dueño del Banamex, a salirse del sendero de venta a un particular. Ahora va por una Oferta Pública Inicial, vía la Bolsa Mexicana de Valores, para 2025.
Esta decisión tomada desde Estados Unidos tiene varias lecturas: Citi sigue con su intención de allegarse ingresos vía Banamex, cuando López Obrador ya no sea presidente; Citi fortalecería un mercado de valores de México, y Citi no tiene intención de entregar su banco absorbiendo una merma de recursos.
La OPI implica que no habrá 2 mil millones de dólares en impuestos para el gobierno de López Obrador. Hablamos de una institución con sede en EU que puede apegarse a los tratados firmados por México para evitar la doble tributación y Citi pagar sus impuestos en EU.
Lo único que le queda a López es nacionalizar o expropiar, ahora que puso de molda su convocatoria llamada de “utilidad pública”, mediante la cual se apropiaban de bienes que no eran suyo en la década de los 80s y 90s. Tal señal sería pésima señal para el mundo.
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LOS BANQUEROS, incrustados en el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), se mantienen sumisos ante López Obrador como todos sus agremiados. El miedo a López es un hecho irrebatible. Citan a conferencia de prensa para hablar de lo que pretende hacer Citi con la OPI, pero no de lo que el Ejecutivo quieren hacer con Banamex. Están para llorar.
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LA ALIANZA de partidos de oposición que quieren un candidato a la presidencia de la República simplemente no camina. Se empantana y todo ello tiene su origen en las ambiciones personales. Ya hemos dicho que el método para definir al candidato del PRI, PAN y PRD no es el mejor y que no es admisible que Marko Cortés, Alejandro Moreno y Jesús Zambrano quieran todo para su equipo. Siempre
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