Preciso que AMLO deseche su experimento de “economía moral” y deje a SHCP tomar medidas de rectificación una vez confirmada la caída de la economía nacional: Antonio Ortega

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Una vez confirmada por el INEGI, la caída de la economía nacional tal como se venía advirtiendo, el presidente Andrés Manuel López Obrador tendrá que rectificar sobre su experimento de “Economía Moral” y dejar en libertad a la Secretaría de Hacienda para que tome las medidas de reajuste conducentes anunciadas el lunes pasado, señaló el diputado Antonio Ortega Martínez, del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática y secretario de la Comisión de Hacienda en la Cámara de Diputados.

El Presidente ha anunciado que dedica parte de su tiempo a escribir un libro sobre la “Economía Moral” (que es como ha dado llamar a la estrategia de su gobierno), y pareciera ser algo similar a los alquimistas que dedicaron tiempo, esfuerzo, años de estudio y reflexión sobre cómo convertir los metales en oro. Él piensa que los deseos de “los buenos”; que la ética; el correcto comportamiento de los funcionarios y la austeridad franciscana, serán los capítulos de su libro que, sin duda, servirán de chascarrillos y bromas; lo grave será que los use de guía para conducir la vida económica del país porque hasta el momento –aclaró- para conducir y decidir las cuestiones económicas, en ningún lugar del mundo esos parámetros han dado resultado, y en México tampoco lo darán.

Tras darse a conocer la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH), donde se destaca que la economía nacional registró un avance de 0.1 por ciento, muy lejos del 2.0 por ciento que se tiene proyectado para este primer año de la actual administración; el legislador expuso que “el Presidente debe dedicar más horas al estudio, al reconocimiento de la realidad, a las reuniones de planeación, al ejercicio del gobierno con sus equipos en las diversas áreas para darse cuenta de que sus políticas son diferentes a la realidad”.

“El país –dijo- está a la deriva y el secretario de Hacienda tiene la responsabilidad de decirle qué medidas pueden aliviar la situación y sacar a México del hoyo en el que se encuentra; esperemos que haya sensatez, habilidad y contundencia del Secretario Arturo Herrera para que el Presidente acepte sus juicios y decisiones”, planteó.

Ortega Martínez, quien también forma parte de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados expuso que “la celebración casi eufórica del Presidente de que los expertos fallaron en su vaticinio respecto a que se declararía en este segundo trimestre la recesión técnica, habla de que López Obrador vive en otro país, que está aislado de la información, y que está negado a estudiar y a reconocer la realidad económica”.

“Es indispensable, dijo, que el gobierno –y particularmente Hacienda- diga: ‘No’ al Presidente en sus datos y cálculos que son más instintos y posiciones políticas e ideológicas, que análisis técnico, científico, económico, con información estadística y con todos los datos a los que se tienen para configurar los indicadores”.

No hay manera de debatir ni de discutir que la economía mexicana está a la baja. Hay un debilitamiento y lo que se pone en juego no es la apuesta del Presidente de que “se equivocaron los expertos o de que él tiene otros datos”; sino lo que está en juego –recalcó- es la calidad de vida de los mexicanos. “Estamos hablando de que los números traducidos nos llevan a menos empleos, menos ingresos, menos inversión pública y privada y, por lo tanto, a menos riqueza generada y menos bienestar para los mexicanos”, enfatizó.

Antonio Ortega aclaró asimismo que si bien es cierto que hay una desaceleración de la economía y el comercio mundiales, también queda claro que economías emergentes iguales a la nuestra, no sufrieron una caída del tamaño que se está confirmando por la Presidencia, y ello habla de que son factores internos los que han propiciado una caída más pronunciada y grave para México.

“La economía mexicana siempre ha ido ligada al ciclo económico norteamericano. Hoy no tiene esta ligazón, la economía norteamericana crece al 3.8 por ciento mientras que la mexicana lo hizo al 0.1 por ciento y esto habla de factores internos, malas decisiones políticas del Presidente López Obrador que han determinado esta caída”, subrayó.

Asimismo, Ortega destacó que “el crecimiento de los ingresos presupuestarios apenas alcanza 0.6 por ciento y el IEPS a gasolinas mantiene una racha vertiginosa de crecimiento confirmando la tendencia anual de que este impuesto es quizás uno de los principales ingresos no petroleros en la economía mexicana. Estamos hablando de que ese impuesto creció 69.5 por ciento en este trimestre, lo que echa por debajo la oferta electoral de que no habría gasolinazos y, por el contrario, los consumidores mexicanos estamos haciendo un aporte fundamental a los ingresos fiscales del gobierno”.

El legislador perredista planteó la necesidad de que el Presidente envíe a los inversores, tres señales de confianza si quiere cumplir sus metas de crecimiento:

Hacer la convocatoria para las rondas petroleras.

Resolver inmediatamente el problema de los litigios con las constructoras de gasoductos cumpliendo los contratos y dando garantías de que el gobierno mexicano asumirá las responsabilidades pactadas.

Revertir la decisión del aeropuerto de Texcoco y, junto a ello, tomar decisiones contracíclicas que significan más gasto público; garantizar que los programas presupuestados ejerzan los recursos, liberar las partidas presupuestales a estados y municipios; terminar con el Programa de Austeridad en la forma y contenido con los que se está planteando (a rajatabla recortes, despidos, limitación de capacidades en la administración pública) y, con ello, impactar en proveedurías, mercado, empleo, salarios y consumo.

 

 

 

Finalmente, comentó que el anuncio del secretario Arturo Herrera en el sentido de implementar medidas por 485 mil millones de pesos para lograr un impacto inmediato en la economía, bajo tres ejes: Inversión en infraestructura; adelantar licitaciones para 2020, y financiamiento a Pymes, créditos hipotecarios a través de la banca de desarrollo; es adecuado porque identifica que la caída de la economía está suficientemente demostrada, yendo en contra de la opinión de López Obrador.

“Creo que es un paquete importante y lo que se debe precisar es ¿cuáles serán las garantías de que realmente se apliquen y no queden en un simple buen deseo? Porque una cosa es lo que dice el secretario de Hacienda en una lógica económica correcta, y -hoy- el Presidente vuelve a tratar –con los datos que tiene- de modificar la estrategia de Hacienda y decir que el país puede crecer sin gasto, sin inversión ¡eso es imposible!”

La decisión de retener el gasto al grado de superar una disminución del ejercicio presupuestal superior a la del primer trimestre de Ernesto Zedillo, cuando vivimos –quizás- una de las crisis económicas más grandes que ha tenido el país y que obligó prácticamente al gobierno a recortar sus presupuestos por encima del 50 por ciento; ¡el Presidente López Obrador ha ido más allá! La sequía del gasto público está en extremos históricos y la razón es muy clara: Está concentrando, guardando, acumulando los recursos para dedicarlos a sus famosos programas estratégicos que son “barriles sin fondo”.

Esto –concretó Ortega- habla de la gravedad de la situación y también de la oportuna decisión de Hacienda de acelerar el gasto; pero no sabemos si –finalmente- el Presidente vaya a aceptar porque ya puso en duda, de nueva cuenta, a esta secretaría.