Pre-criterios Económicos 2021 no reconocen el impacto de las  decisiones equivocadas de AMLO en  2019; subestiman crisis sanitaria y no se avisora una rectificación: PRD

Nacional

El Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática, a través de Antonio Ortega Martínez, Secretario de la Comisión de Hacienda e integrante en la de Presupuesto de la Cámara de Diputados,  consideró que el documento con los Pre-criterios Generales de Política Económica 2021 enviado anoche por la Secretaría de Hacienda, contiene un “diagnóstico fangoso, difícil”; pero también “extremadamente optimista”  al fijar una caída del Producto Interno Bruto nacional en -3.9 por ciento; sin reconocer el impacto negativo que han provocado en nuestra economía de las decisiones equivocadas del Presidente López Obrador (desde el año pasado) y subestimando, a su vez, la crisis sanitaria.“Creo que la Secretaría de Hacienda hace esfuerzos por transmitir un panorama positivo”, opinó al momento de explicar que estos Pre-criterios hacen una valoración sobre el estado en que terminará la economía de este 2020 para comenzar a definir las posibilidades de desarrollo económico de nuestro país en el próximo 2021. Sin embargo -estableció- está confirmándose ya una estimación –creo demasiado optimista- de una baja en el PIB para el 2020 de -3.9 por ciento. Otros analistas aseguran que la caída del PIB en México puede significar entre -6 y -8 por ciento”, expuso.

Con todo y esto, Ortega censuró la actitud asumida esta mañana por el Presidente de la República durante la conferencia de prensa matutina descalificando el juicio y estimaciones del Secretario Arturo Herrera, en lugar de agradecerle.

Ortega Martínez refirió también que en estos Pre- criterios el gobierno de López Obrador reconoce que habrá cerca de 700 mil millones de pesos de ingresos menos este año, a los estimados en la Ley de Ingresos y el Presupuesto que legisladores de Morena y sus aliados aprobaron en diciembre pasado; y de hecho –dijo- instituciones financieras nacionales y extranjeras hablan de una rebaja todavía mayor sobre lo estimado.

“Lo que está claro –precisó- es que habrá menos ingreso y, por lo tanto, se requiere -con mucha serenidad- definir una estrategia económica pero también política. ¿Qué hacer? De entrada, como medida inmediata, se requiere definir en el Plan Nacional de Contingencia Económica -que Andrés Manuel López Obrador presentará el domingo- una estrategia para ajustar el gasto con base en la reducción presupuestal y, por lo tanto: hacer recortes”.

“El Presidente tiene que reconocer que hay que recortar aquellos gastos menos indispensables y no hay mucho que escudriñar: Debe posponer y dejar al próximos sexenio, al próximo Presidente de la República, los proyectos faraónicos, estructurales, de grandes inversiones que tienen que ver con el Tren Maya, Dos Bocas, el Tren Transístmico y el aeropuerto de Santa Lucía; y en esta definición, esperamos que el próximo domingo, tenga la claridad, el valor y la responsabilidad suficientes para plantear una salida a este problema”, subrayó el perredista.

“El gobierno habla de una mayor racionalidad, de austeridad, de conceptos que ya escuchamos en 2019 y cuyas consecuencias para el desarrollo económico vimos que fueron muy graves porque no dejan de ser ‘buenos deseos’, medidas calificadas por todos como de ‘austericidio’. Lo cierto, agregó, es que hay una caída en la generación de riqueza, del PIB; una devaluación del peso frente al dólar de casi un 25 por ciento; una caída escandalosa en la estimación del precio del petróleo (de 49 dólares/barril a los actuales 14-16 dólares/barril) y, desde luego, un desplome de la plataforma petrolera que deriva en menos ingresos procedentes del combustible”, enumeró el legislador federal.

“Ingresos tributarios, petroleros y otros, están a la baja y, por lo tanto, se requiere que el Presidente reconfigure su proyecto político y económico”, enfatizó.

Antonio Ortega expuso que el Presidente López Obrador quiere utilizar la presentación de su discurso el próximo domingo para dar a conocer a las y los mexicanos, la decisión de reconfigurar su proyecto político y económico; sin embargo –aclaró- esto debe significar la rectificación y no continuar con su estrategia de polarizar y dividir, ni seguir intentando hacerse de una mayoría de electores a partir de políticas clientelares y electoreras.

“Debe de abandonar su visión ideológica y clasista, dejar de estigmatizar a unos y congraciarse con otra parte de los mexicanos; reconocer que tiene que haber señales claras en una dirección, estimular la inversión privada nacional y extranjera, dejar de insistir en convertir a Pemex y a la Comisión Federal de Electricidad en empresas estatizadas, monopolios del Estado donde no se acepta la intervención de la iniciativa privada”.

La comunicación pública del Presidente, resaltó, debe estimular la confianza, descubrir un camino claro de estabilidad y compromiso con todos, y resolver de manera inmediata el tema de la empresa cervecera en Mexicali.

El tema sanitario traerá graves consecuencias económicas y, por lo tanto, habría que identificar tres fases: Mitigar la descomposición de la planta productiva y del empleo, por lo que –indicó- se requiere un programa inmediato de estímulos fiscales; en el cobro de servicios públicos y de apoyo a la planta laboral para evitar daños profundos y mayores.

Mitigar el impacto negativo a nuestra economía –anotó Ortega- obliga al Presidente a escuchar a los sectores productivos y políticos, y rectificar. “Ese dicho de que ‘no habrá un nuevo Fobaproa para favorecer a los grandes empresarios’ en nada ayuda a generar confianza y estabilidad”, insistió

“Debe el Presidente, transmitir con claridad qué  hacer con Pemex que está quebrado no solo técnica, sino materialmente. Seguir insistiendo (como se define en los Pre-criterios) en salvar a Pemex inyectándole recursos no va a resolver su situación. Pemex ya no puede pagar la deuda que tiene, está quebrada, el Plan de Negocios que implementó AMLO no dio resultado e insistir en lo mismo seguirá profundizando la crisis de la empresa. Se requiere una alternativa nueva y el Presidente tiene que definir con claridad qué hacer.

“No tenemos alternativa, habrá que recurrir a deuda para sustituir los recursos que no tendremos. Recurriremos a deuda en un mercado complicado, difícil, con altas tasas de interés; pero no hay más opción porque, finalmente, los fondos, los fideicomisos a los que alude el Secretario de Hacienda en los Pre-criterios, son fondos limitados que se han venido usando, gastando, y no serán suficientes para resolver el problema. Pondrán al país en situación de riesgo”, remató.