Posicionamiento de Dos Bocas

Nacional

La Refinería en Dos Bocas, Tabasco, raya en el capricho del presidente Andrés Manuel López Obrador, al tener en completo abandono la obra, con un terreno inundado y maquinaria tirada, a pesar de que pretendía ser uno de los principales proyectos de la administración.

Así lo denunció el coordinador nacional del medio ambiente del PAN, Riult Rivera Gutiérrez, quien detalló que la explicación sobre esta situación es confirmada por una publicación de la revista Forbes México, donde señala que el contratista Kellogg Brown Root (KBR) abandonó la siguiente fase de construcción de la fallida refinería por sobrecostos.

La empresa de origen estadounidense estaba encargada de construir los paquetes 4 y 6 de la megaobra sexenal, pero renunció a la segunda fase del proyecto porque los costos proyectados por la Secretaría de Energía (Sener) se duplicaron, de acuerdo con una investigación periodística.

La primera fase consistió en el desarrollo de la ingeniería, mientras que la segunda consideró la compra de equipos y construcción. KBR, cuando licitó para la fase uno, sabía que una vez concluida tenía que pasar un proceso de conciliación, pero este se fue extremadamente arriba del monto contratado. Fue de mutuo acuerdo dejar el proyecto hasta la fase uno, exponen en la investigación.

Asimismo, el pasado 26 de julio de 2019, la Sener entregó a KBR un contrato integrado por 351.4 millones de dólares (mdd) para la construcción del paquete 4, mientras que el paquete seis equivale a 1,844 mdd.

Sin embargo, ese mismo mes, el Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) señaló que el proyecto de Dos Bocas era inviable y alertó que, tal como ahora se comprobó, el costo sería casi el doble de lo estimado por la secretaria de Energía, Rocío Nahle.

Petróleos Mexicanos (Pemex) admitió riesgos de costo y tiempo en la construcción de su séptima refinería de Dos Bocas.

Entre los riesgos planteados, la compañía que dirige Octavio Romero Oropeza considera “desviaciones de costo y tiempo de ejecución, derivadas del nivel de definición del proyecto”, de acuerdo con su Plan de Negocios 2019-2023.

La compañía petrolera mencionó riesgos derivados de imprecisiones en los estimados de costo y programa de ejecución de la obra, además de ajustes en la conversión de libro abierto en términos de tiempo y costo, así como “pedidos de compra de equipos críticos fuera de tiempo”.

Pemex también teme un menor rendimiento de productos derivados de una desincronización en la ejecución de ingenierías básicas de procesos, así como problemas en el flujo de efectivo ante la incertidumbre del precio de materias primas y productos.

Por último, la compañía mexicana reconoció riesgos de ejecución de Dos Bocas por el desempeño de contratistas, disponibilidad de equipos y materiales, mano de obra, condiciones climáticas y cambios de alcance.

Es así como la obra más importante del sexenio de López Obrador enfrenta una probabilidad de éxito de apenas el 2%, de acuerdo con el Instituto Mexicano Para la Competitividad (IMCO).

Ante tan evidente ineptitud y terquedad de la administración por realizar una obra inviable, innecesaria y sin utilidad; toda vez que el resto del mundo está apostando al desarrollo de las energías renovables, a un costo millonario y afectando, sobremanera, el medio ambiente de la zona, Rivera Gutiérrez exige al gobierno federal que se dé marcha atrás en este proyecto y se castigue conforme a derecho a quién resulte responsable de la fallida obra.

“Queda claro que Dos Bocas sólo generó devastación y un probable desequilibrio ecológico, por lo que mejor debería reencauzar ese presupuesto destinado a la construcción de la refinería para apoyar al sector salud, médicos, personal de enfermería, niñas y niños con cáncer e incluso al ingreso básico universal”, concluyó.