Grave crisis de agua se reporta en colonias del oriente del valle de México, como el municipio de Ecatepec.
Cerca de 300 mil personas se verán afectadas -durante el mes de diciembre y enero del próximo año- por la escasez de agua.
En pleno repunte de la pandemia por el Covid19, que obliga a los mexiquenses a permanecer en sus hogares, vecinos Ecatepec, Nezahualcóyotl, La Paz, Ixtapaluca, Chalco, Texcoco, Chimalhuacán, Amecameca, Tlalnepantla, Acolman, Tultepec, entre otros, no tienen acceso a este elemento indispensable.
La situación se agrava porque en la Comisión del Agua del Estado de México (CAEM) se conjuga ilegalidad e ineptitud del director de la CAEM, Joaquín González Bezares.
González Bezares no cumple con la Ley del Agua para el Estado de México y Municipios que establece en su artículo 22, como requisito obligatorio para ser Vocal Ejecutivo de la CAEM:
“Tener conocimientos y experiencia en la materia de agua de al menos tres años”.
Quienes le conocen coinciden en que González Bezares dedica la mayor parte de su tiempo a negocios personales que a resolver el problema.
González Bezares gusta de utilizar camionetas de lujo, y rodearse de colaboradores incondicionales. Pese a estas evidentes acciones, el titular de la CAEM se sabe inamovible del puesto, de nada han servido marchas y plantones realizados por vecinos afectados.
Extraña que la Secretaría de la Contraloría del Gobierno del Estado de México no solucione este asunto, a pesar de que entre sus atribuciones está el vigilar la legalidad y transparencia en el nombramiento de los servidores públicos.
Ni la Auditoría Superior de la Federación interviene en el caso, a pesar de que miles de familias no tienen acceso al agua potable.
Ante tan desolador panorama en el gobierno de Alfredo del Mazo, la gente ya se pregunta: ¿acaso Joaquín González Bezares es el César Gómez Monge de este sexenio?