Pervert: el arte y el derecho al placer

Cultura

La fiesta underground de la estética queer –un espacio de resistencia que fusiona arte, corporalidad, fetiche y house y techno con énfasis en la diversidad sexual y las expresiones de género– es el motivo de Pervert, que se exhibe en el puente de la Biblioteca Miguel León-Portilla de la Unidad Cuajimalpa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

Treinta obras –fotografía y pintura– de Juanjo Sainz dejan ver una tendencia en la que todas las identidades son bienvenidas, en una muestra organizada por el colectivo multidisciplinario PervertMx, que concibe el placer como un derecho y da rienda suelta a la imaginación, ajena a tabúes, prejuicios y al código binario de lo masculino y lo femenino.

Miradas altivas, torsos desnudos y rostros desafiantes –cómplices de la noche– en una celebración única en su tipo acercan a la escena Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transgéneros, Travestis, Transexuales e Intersexuales (LGBT-TTI) en la Ciudad de México, en pisos abandonados, bodegas o mansiones con paredes resquebrajadas y máscaras de tags urbanos donde aparecen Drags Queens amantes del cuero y rubberistas, fetichistas ataviadas en látex que posan arrogantes ante la cámara.

Imágenes de cuerpos bañados de luz, ceñidos con cintas al estilo bondage y en ropas sugerentes interpretan el aniquilamiento de los prejuicios alrededor del macho man mexicano y la masculinidad, en una sucesión iconográfica que conversa con las pinturas de Sainz, quien traza lo que ve y siente, pero también lo simbólico, desde el deleite sensorial hasta personajes crudos y reales que habitan la noche.

Inspirado en Toulouse Lautrec, pintor francés que plasmaba bailarinas y prostitutas del Moulin Rouge en carteles publicitarios, el artista recrea de manera irreverente escenarios de la festividad del deseo cuyos protagonistas no caben en una definición, ya sea por su personalidad o formas de vestir y expresar su sexualidad.

Esta propuesta artística confronta los prejuicios sobre el aspecto físico, los fetiches sexuales y las prácticas vinculadas a la diversidad; la idea surge de los recintos de la desolación, como el autor los llama, a la vez que los territorios de su gráfica abarcan la clandestinidad del último vagón del Metro, los cuerpos desnudos perfilados con tinta, el amor, los afectos y aun la disidencia sexual.

Sobresale un cuadro de Emiliano Zapata, que no lleva encima más que un arnés de cuero muy al estilo sado; se encuentra entre matorrales con los famosos tapetes de Saltillo, en un juego de colores que recuerda la bandera del arcoíris. Pervert, que permanecerá abierta hasta el 28 de junio, ofrece además un apartado literario con títulos que invitan a pensar en la historia, el erotismo, las identidades periféricas, las teorías de la deconstrucción, el feminismo y la diversidad.