Patricio Guzmán: la búsqueda perpetua de una verdad chilena

Cultura

Exiliado en Francia poco después del golpe de Estado de Pinochet en 1973, el documentalista Patricio Guzmán no deja de explorar la historia de su país, Chile, a través de su obra eminentemente política. En 2010 y luego en 2015, sus documentales Nostalgia de la luz (Proyección Especial) y El botón de nácar (Oso de plata en Berlín) suscitan el interés del público sobre el tema distante, pero aún delicado, de la dictadura. Con La cordillera de los sueños (The Cordillère of Dreams), Patricio Guzmán cierra la trilogía y desvela, apoyándose en el símbolo físico y poderoso que representa la cordillera de los Andes, los misterios de un país que por fin acepta “examinar su pasado”. El director contestó a tres preguntas sobre su película, presentada en Proyección Especial.

¿Cuál es el origen del proyecto de La cordillera de los sueños (The Cordillera or Dreams)?
Durante años y años, la gente que vive en Santiago de Chile solo ve una cosa: la cordillera que domina la ciudad a 5000 metros, frente a la ciudad. Eso me intrigaba.

“Escrutando sus escarpadas cumbres, adentrándome en sus valles profundos, emprendo un viaje introspectivo que, quizás, me revelará una parte de los secretos de mi alma chilena”

Viajó al Norte para Nostalgia de la luz, al Sur para El botón de nácar. ¿Por qué decidió filmar de cerca la “inmensa columna vertebral” que representa la cordillera de Santiago?
Chile se divide en tres partes:
El desierto en el Norte
Las islas del Sur
Y la cordillera de Santiago
Lo que me inspiró fue la geografía.

 

¿Qué representan Chile y sus maravillosos paisajes para usted?
Me gustan los paisajes chilenos, son diferentes de los que se ven en Europa, en donde vivo.
Me recuerdan que pertenezco a otro continente. A veces me causan nostalgia y a menudo estimulan mi memoria.