Onoda – 10 000 nuits dans la jungle (Onoda: 10,000 Nights in the Jungle), la mirada de Arthur Harari

Cultura

La edición 2021 de Un Certain Regard se abrirá con una de esas anécdotas poco conocidas que se esconden en la Historia. En Japón, en 1944, cuando se acerca el final de la guerra, el teniente Onoda es enviado a una isla de Filipinas con órdenes de no rendirse nunca. Una vez allí, sus camaradas mueren, él desconoce la rendición de su país y continúa luchando en una guerra fantasma durante treinta años, diez mil noches. Hasta que la realidad lo golpea. Esta epopeya y este personaje sirvieron de inspiración a Arthur Harari para Onoda. Cannes le había descubierto en 2019, junto a Justine Triet, con quien coescribió Sibyl, cuatro años después del éxito de su primer largometraje, Diamant noir (Dark Diamond) (2015).

¿Cómo surgió la idea de esta película?

Cuando leí Los detectives salvajes de Roberto Bolaño, me intrigó cierto capítulo en el que se mencionaba, sin nombrarlo, a un héroe con un coraje absurdo. Descubrí que en la primera edición en español del libro, ya descatalogada, hay una versión alternativa de dicho capítulo donde se menciona el nombre de este protagonista. Todo empezó a partir de ahí.

¿Cómo fue el ambiente durante la grabación? ¿Tiene alguna anécdota del rodaje?

Para una escena de lucha, hice sentir a los actores, sin confesárselo, que quería que lucharan de verdad. Lo hicieron y uno de ellos tuvo que ir al hospital para asegurarse de que todo estaba bien. Me dio vergüenza, pero la toma fue buena.

¿Qué puede decirnos sobre los actores?

La combinación de su preparación, disponibilidad, compromiso, humildad y finura a la hora de actuar, nunca la había visto. Les tengo mucho cariño y admiración.

¿Qué ha aprendido durante la realización de esta película?

Que para mí, el tiempo y la obstinación son la clave de todo.

¿Por qué eligió la profesión de director? ¿Cuáles son sus influencias?

En 1990, nuestra niñera, amiga y casi hermana mayor, Marianne Baur, nos llevó a mi hermano Tom y a mí a ver películas de la Warner Bros, con Humphrey Bogart. Tuvimos exactamente el mismo impulso a la vez que veíamos lo mismo, creo que fue porque estábamos viviendo el final de la infancia: sabíamos que íbamos a tener que cambiar el mundo y lo que estábamos viendo en ese momento nos parecía el mundo más hermoso posible.

¿Cuáles son sus próximos proyectos?

Por ahora no hay nada decidido… Me debato entre la necesidad de hablar de mi país y la necesidad de no hablar de mí mismo, sino a través de los demás. Necesito filmar mi época, Francia, sin encasillarme en ello. De hecho, con Onoda, me he dado cuenta de que he desarrollado un especial interés por las historias que son difíciles e incluso imposibles de contar. Me gusta este reto, esta aventura que consiste en encontrar una forma narrativa, estética y poética a temas vertiginosos. Esa es mi realidad actual.