Obligada la Federación a no eludir sus responsabilidades ante magisterio y gobiernos locales: Antonio Ortega Martínez

Deporte

En sus redes sociales, el gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles anunció el retiro del bloqueo que integrantes de la Sección 18 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), mantenían sobre las vías del tren en Caltzontzin, municipio de Uruapan, “con lo que ha quedado restablecido el paso de trenes y, con ello, el transporte de productos del puerto de Lázaro Cárdenas”, a la vez que refrenda su compromiso para encontrar -con el gobierno federal y el magisterio- soluciones al tema que originó las manifestaciones desde enero pasado.
Nos sumamos al mensaje de Aureoles y sostenemos que él como los demás gobernadores del país, deben ser respaldados y acompañados por la federación en la resolución de conflictos como este que no fue consecuencia de su mandato, sino que les fue heredado por gestiones anteriores.
Ojalá para este caso de Michoacán, Andrés Manuel López Obrador indague sobre quienes sucumbieron ante las presiones del magisterio y nos llevaron hasta estos límites que propiciaron pérdidas millonarias para la economía nacional.
Para comenzar, tiene a dos de ellos en su equipo más cercano: Lázaro Cárdenas Batel, su coordinador de asesores, y Leonel Godoy, delegado con funciones de presidente para conducir a Morena en el proceso electoral 2018-2019 en Baja California.
Es fundamental citar que, en Michoacán, poco más del 63 por ciento de los maestros cuentan con plaza y respaldo presupuestal federal por lo que ellos no tienen problema. El conflicto se dio en el 35 por ciento restante:
Cuando se firmó el convenio de descentralización educativa, Michoacán aportaba algo más del tres por ciento para el pago de plazas del magisterio. Sin embargo, con el transcurso de los años, aporta ya más del 30 por ciento. Es decir, por cada 100 pesos de su presupuesto, el gobierno debe dedicar 30 pesos para el pago de salarios a maestros en perjuicio de otras prioridades de la entidad y ello ha derivado en un boquete y una crisis.
Se ha querido responsabilizar al gobierno de Silvano Aureoles de esta dificultad cuando él solo heredó un problema y -de manera responsable- ha resuelto que no se puede seguir sacrificando a la población, a la hacienda local y a los municipios por pagar a los maestros, lo cual amerita el total respaldo y exigencia del Partido de la Revolución Democrática para que la Federación asuma la parte que le corresponde.