Nueve años después, ¿está Haití mejor preparado para un terremoto?

Internacional

La trágica experiencia enseñó a la población y los líderes políticos la necesidad de estar preparados para un seísmo. Saber cómo reaccionar y cómo construir ha sido la mayor lección que dejó el terremoto.

Hoy 12 de enero, hace nueve años, un terremoto sacudió Haití. El balance fue estremecedor: 220,000 muertos, un millón de heridos y la mitad de la capital, Puerto Príncipe, completamente destruida.

En aquel entonces, las Naciones Unidas tenían desplegada la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití. Un total de 102 personas de la Organización perecieron, entre ellos la enviada especial, Hédi Annabi, y su segundo, Luiz Carlos da Costa, y 96 cascos azules.

Una de las supervivientes fue Sophie Boutaud de la Combe, ahora jefa de Comunicaciones de la Misión de Apoyo de a la Justicia en Haití, una misión mucho menor que la anterior, que llegó a contar con un componente de casi seis mil personas, de las que cerca de cinco mil eran militares y policías, que tuvieron una importante labor en las tareas de recuperación tras el desastre.

En 2010, Boutaud estaba embarazada de siete meses y se encontraba en la sede la Misión cuando el terremoto sacudió el país. El edificio se derrumbó por completo, pero ella se encontraba en una sala de reuniones a nivel del suelo y logró escapar a través de una pared que se había caído también.

Durante horas ella y otros compañeros buscaron por posibles supervivientes que hubieran quedado atrapados entre los escombros. Dos días más tarde, tuvo que abandonar Haití a su pesar, situación que describe como un “trauma” pues su instinto le llamaba a ayudar a la ONU y la gente de Haití.

Boutaud regresó al país en 2013, contenta de poder representar un papel en la reconstrucción de Haití y honrar con a los compañeros perdidos durante el terremoto.

La situación es diferente ahora

Nueve años después del seísmo, Boutaud asegura que la situación del país es muy diferente y el Gobierno y la gente está mucho más preparada para afrontar un desastre natural similar.

“Hace unos meses hubo un terremoto en el norte del país. El Estado estaba preparado y envió gente para ayudar a los damnificados sin implicación de la ONU. No fue un terremoto muy grande, pero la población sabe ahora como reaccionar. Más importante aún, escuchamos regularmente sobre cuán importante es construir mejor y construir de forma más sólida en caso de un terremoto para no poner en peligro a la gente”, explicó.