No vamos “requete bien”. Indispensable rectificar rumbo económico y estrategia sanitaria, o la contracción económica persistirá: PRD

Nacional

En el marco de la Glosa en materia económica, del Segundo Informe de Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, el Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática (GPPRD) en la Cámara de Diputados, rechazó este lunes que la debacle en la que se encuentra México, sea consecuencia de la parálisis mundial por la pandemia del Covid 19. Censuró los dichos del mandatario cuando afirma que “vamos requete bien”, y emplazó a rectificar el rumbo si deseamos buenos resultados para las y los mexicanos.

Ortega Martínez destacó ante el Pleno que, antes del confinamiento, la economía ya se encontraba muy vulnerable y que veníamos padeciendo un estancamiento propiciado por factores como: La cancelación del aeropuerto de Texcoco que significó desde el primer año de esta administración, un golpe a la confianza de los inversionistas; también afectó la reorientación del gasto público a proyectos de dudosa rentabilidad social y económica, con una clara distribución político-clientelar; funcionarios públicos cuyos perfiles privilegian la lealtad antes que la experiencia y el conocimiento; así como una cerrazón y ausencia de diálogo por parte de Presidente con el empresariado, particularmente el que no es afín a su llamada “Cuarta Transformación”.

“La ineptitud, afirmó el legislador perredista, es más costosa que el mismo cáncer de la corrupción y, pretendiendo suplir esa incapacidad gubernamental, observamos una creciente militarización del país, violentando el orden constitucional”, estableció.

Ortega destacó que la crisis sanitaria nos sorprendió con una política económica débil, frágil y vulnerable, por eso –señaló- no es extrañar que nuestra hacienda sea una de las más golpeadas del mundo.

“El año pasado, López Obrador celebró el mediocre crecimiento del 0.1 por ciento del PIB en el 2° trimestre como un gran logro, y se burló de los críticos porque habían fallado en sus predicciones, y festinaba: “¡No hay recesión!”, reiterando que -al final del año- creceríamos al 4 por ciento; pero la cruda realidad se ha encargado de restregarle, una y otra vez, que debe corregir y reorientar la política económica”.

“Al finalizar el 2019  -recordó el perredista- el PIB ya registraba una caída del 0.57 por ciento y, para febrero, antes del inicio de la pandemia, la caída continuaba y llegó al  -1.2 por ciento. Así, al término del primer trimestre de este año, ya se acumulaba año y medio de caída continua, sin que el impacto de la crisis sanitaria haya sido determinante”, recalcó.

“Sin duda, subrayó, el más grave error de la política económica, es la pérdida de confianza de los inversionistas -grandes y pequeños, nacionales y extranjeros- por el incumplimiento de contratos y leyes; por la ineficacia de las instituciones de procuración e impartición de justicia, así como el clima de creciente inseguridad, y la incapacidad de atajar la corrupción gubernamental cuando, prácticamente, no hay licitaciones públicas sino asignaciones directas que reproducen el “capitalismo de cuates” de sexenios anteriores, y al mismo tiempo se crea un clima de confrontación y animadversión en contra de los empresarios que no son amigos del presidente. ¡No hay dialogo!, ¡No hay capacidad de implementación! Solo verborrea, propaganda barata y show”, acusó.

El también secretario de la Comisión de Hacienda expuso que las finanzas públicas han sido causa y efecto en las crisis económica y sanitaria que vive el país: “Crecientes nuevos compromisos de gasto, como la refinería de Dos Bocas y el Tren Maya; así como apoyos presupuestales a Pemex y a programas asistenciales, han generado esta situación vergonzosa porque se deja de lado a la inversión privada y, en su lugar, se ha recurrido a draconianos recortes a las dependencias de la administración pública, limitando la inversión y  afectando la demanda, la actividad económica  y las finanzas públicas”, estableció.

Ortega Martínez concretó  que la respuesta del gobierno de López Obrador en esta doble crisis que México vive, ha sido más decepcionante, pues en lo económico sigue aplicando la misma receta caduca de los 15 meses anteriores: “¡No hay reflejos!, ¡no hay imaginación!, ¡ni sensibilidad!, ¡Si van a quebrar que quiebren!, no importa que más de un millón de trabajadores formales hayan perdido su empleo”.

Mientras que en lo referente a la crisis sanitaria –finalizó- ha sido igual de errática, afectando gravemente a la salud pública e impactando aún más la economía nacional, por lo que –alertó- “persistir en las fijaciones ideológicas caducas solo provocará que continuemos en la contracción económica” perjudicando a los más de 100 millones de habitantes del país, particularmente a los más pobres.