Niños de la caravana migrante regresan a Honduras heridos y traumatizados

Internacional

Los motores fundamentales de la migración en los países del norte de América Central, como la pobreza, la falta de empleo y la violencia, no son nuevos, pero se han visto exacerbados por acontecimientos recientes, en particular la pandemia de COVID-19 y los huracanes Eta e Iota. La ONU se moviliza para ayudar a los migrantes retornados y a aquellos estancados en Guatemala y llama a las autoridades a que no empleen la fuerza injustificada o excesiva contra ningún migrante.

Las agencias de la ONU están atendiendo a los hondureños que han abandonado la caravana de migrantes y han retornado a su país. UNICEF ha asistido a más de 100 niños, el 80% de los cuales viajaban solos.

Algunos de los menores están heridos, extremadamente cansados o con traumas psicológicos, informó el sistema de la ONU en Honduras.

Se calcula que unos 3000 hondureños han regresado y en Guatemala aún hay pequeños grupos dispersos.

Según informaciones de prensa, unos 7000 hondureños partieron hace una semana hacia el norte huyendo de la violencia, la pobreza y los estragos causados por los huracanes Eta e Iota.

Ayuda para los migrantes

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) desplegó dos equipos para brindar asistencia humanitaria y monitorear la situación de las aproximadamente 7500 personas migrantes que decidieron migrar en una caravana desde Honduras hacia México y los Estados Unidos.

La OIM informó en un comunicado difundido este jueves que ha entregado 1000 kits de asistencia humanitaria a la Casa del Migrante de ciudad de Guatemala. “Estos elementos servirán para atender las necesidades básicas de agua y saneamiento, higiene y abrigo de migrantes vulnerables que acuden a esta institución en búsqueda de asistencia”, afirma la declaración.

La agencia también ha puesto a disposición de las personas migrantes su programa de Retorno Voluntario Asistido para aquellos que han quedado varados en Guatemala y desean retornar a su país de origen. Este programa brinda ayuda humanitaria, atención médica y psicosocial, albergue, y transporte para quienes libremente toman la decisión de regresar y solicitan personalmente el apoyo de la Organización.

“Nos hemos acercado a las personas migrantes que se encuentran en Guatemala para brindarles información sobre opciones de migración regular, y asistencia humanitaria inmediata. Preliminarmente podemos atestiguar que la mayoría de las personas migrantes lamentablemente no considera que migrar en caravana represente riesgos adicionales a su salud física o mental”, indicó Ugo Ramos, experto en salud de la Misión de la OIM para El Salvador, Guatemala y Honduras.

Asimismo, esta agencia de la ONU ha coordinado con las autoridades del gobierno la atención en salud y asistencia psicosocial a las personas migrantes, en el contexto de la pandemia por la COVID-19.

“Hemos observado que hay un significativo número de personas migrantes en situación de vulnerabilidad ante grupos criminales que pudieran estar aprovechando la coyuntura para el tráfico ilícito de migrantes o para la trata. Es muy importante que la población tenga acceso a fuentes de información verificada sobre los requisitos para migrar, sobre la protección contra la COVID-19, y que puedan acceder a las instituciones que pueden proveer asistencia humanitaria. Por ello, la OIM ha reforzado su estrategia de comunicación para prevenir la trata de personas y el tráfico ilícito de migrantes, así como para facilitar el acceso de las personas migrantes a servicios de protección apropiada”, indicó Jorge Peraza, jefe de la misión de la OIM.

De Honduras a Guatemala

Numerosos migrantes, especialmente provenientes de Honduras, entraron a Guatemala en forma masiva durante los días 15 y 16 de enero. El avance de unas 5000 personas fue detenido en un punto de control en Chiquimula (Guatemala) desde el día 16.

Al verse imposibilitado continuar con su trayecto, el contingente de las personas migrantes que conformaban la caravana se disgregó en este punto el pasado 19 como consecuencia de las medidas tomadas por las autoridades guatemaltecas, que incluyeron el uso de la fuerza.

“La OIM, en coordinación con el Sistema de las Naciones Unidas en la región, hace un llamado para que no se emplee fuerza injustificada o excesiva contra ningún migrante, solicitante de asilo o refugiado durante las acciones de control migratorio, policial o sanitario, y que los Estados se adhieran a los instrumentos internacionales aplicables. Al mismo tiempo, pedimos a los migrantes que hagan todo lo posible por respetar y cumplir las leyes de migración, así como las órdenes legales del personal encargado de hacer cumplir la ley”, pidió Michele Klein Solomon, directora regional de la OIM para Centroamérica, Norteamérica y el Caribe.

De acuerdo con las últimas cifras disponibles del Instituto Guatemalteco de Migración, al 20 de enero el gobierno de ese país había realizado el retorno de 3962 personas procedentes principalmente de Honduras, e incluyendo grupos más pequeños de salvadoreños y nicaragüenses.

Mientras tanto, se estima que pequeños grupos de migrantes hondureños que hacían parte de la caravana han llegado hasta la localidad guatemalteca de Tecún Umán, fronteriza con México.

“Los motores fundamentales de la migración desde los países del norte de América Central, como la pobreza, la falta de empleo y la violencia, no son nuevos, pero se han visto exacerbados por acontecimientos recientes, en particular la pandemia de COVID-19 y los huracanes Eta e Iota”, explicó Klein Solomon. “En este contexto, la desesperación combinada con información falsa y engañosa, incluso sobre posibles cambios en las políticas migratorias, a menudo difundidos intencionalmente por contrabandistas de personas y otras organizaciones delictivas, alimenta grandes movimientos irregulares de personas en caravanas que buscan acceso a la seguridad y a las oportunidades en el extranjero”.