Mujeres y niñas en la ciencia: víctimas de la desigualdad de género en pleno siglo XXI

Internacional

Los prejuicios y los estereotipos de género que se arrastran desde hace mucho tiempo continúan manteniendo a las niñas y mujeres alejadas de los sectores relacionados con la ciencia. Las niñas y las mujeres tienen hoy cuatro veces menos de probabilidades que los hombres de adquirir las competencias digitales básicas, que serán esenciales en el futuro.

Menos del 30% de los investigadores del mundo en las áreas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas son mujeres. Un porcentaje que ,además, está peor pagado por sus investigaciones y que no avanza tanto en sus carreras en comparación con los hombres, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

Aunque cada vez hay más niñas y adolescentes en la escuela, los prejuicios y las normas sociales inciden en la calidad de la educación que reciben, especialmente en ciencia y tecnología.

Para hacer frente a los inmensos desafíos del siglo XXI, el mundo no puede privarse del potencial, la inteligencia y la creatividad de miles de mujeres.

“La plena igualdad de las mujeres sería la señal más segura de la civilización y duplicaría las fuerzas intelectuales del género humano”, asegura la directora de esa Organización, Audrey Azoulay, citando a al escritor francés Henri Beyle, más conocido por su seudónimo Stendhal, quien pronunció la frase hace más de dos siglos.

En su mensaje oficial con motivo del Día Internacional de las Mujeres y las Niñas en la Ciencia, Azoulay aseguró que hay que admitir que desde el siglo XIX se han logrado muchos progresos, pero las desigualdades de género siguen estando muy presentes en el mundo en general y en la vida científica en particular.

“Las niñas y las mujeres tienen hoy cuatro veces menos de probabilidades que los hombres de adquirir las competencias digitales básicas, que serán esenciales en el futuro. Estas desigualdades persistentes deben ser motivo de gran preocupación”, añadió, diciendo que para hacer frente a los inmensos desafíos del siglo XXI entre los que se encuentra el cambio climático, hace falta toda la ciencia y energía necesaria por lo que el mundo no puede privarse del potencial, la inteligencia y la creatividad de miles de mujeres.

La directora de ONU Mujeres, Phumzile Mlambo-Ngcuka, también hizo un llamado a derribar los estereotipos de género que vinculan la ciencia con la masculinidad y a brindar a las generaciones jóvenes ejemplos positivos; ingenieras, astronautas e investigadoras mujeres.

“Necesitamos una estrategia dedicada no sólo a aumentar la representación de las mujeres en la cartera de talentos para trabajos en ciencia y tecnología, sino también a asegurarnos de que ellas prosperen, incentivándolas a permanecer en estos trabajos bien remunerados y diseñando culturas organizativas en las instituciones que permitan a las mujeres avanzar en estos campos”, dijo en un mensaje oficial.

Por su parte, el Secretario General, aseguró que el hecho de que las profesiones tecnológicas continúen siendo parte de una cultura dominada por hombres una tendencia preocupante.

Corremos el riesgo de que las relaciones de poder entre hombres y las mujeres se inviertan nuevamente.

«Si no revertimos esta tendencia y si no tenemos una paridad real en mujeres y hombres definiendo y diseñando las tecnologías del futuro, corremos el riesgo de que las relaciones de poder entre hombres y las mujeres se inviertan nuevamente. La educación de las niñas en las áreas de ciencia y tecnología es absolutamente esencial desde el punto de vista de la igualdad de género en el futuro», dijo durante un evento para conmemorar el Día Internacional en la sede de la ONU en Nueva York.

En América Latina hay más científicas, pero aún hay obstáculos

Según la UNESCO, el 45% de los investigadores en América Latina son mujeres, una cifra que supera con creces la tasa mundial del 28%.

Asimismo, la investigación en el ámbito de la ciencia y la tecnología se ha incrementado y se han puesto en marcha la elaboración y aplicación de políticas y reglamentaciones en las universidades y los centros de investigación con el objetivo de prevenir la discriminación y la violencia basadas en las cuestiones de género.

“Además, numerosas ONG y redes de mujeres científicas y técnicas de la región llevan a cabo actividades con miras a sensibilizar a las personas acerca de las desigualdades de género recordando las contribuciones de mujeres científicas que han sido olvidadas. Iniciativas como esta han incitado a las instituciones a recopilar datos desglosados por sexo, una información clave para definir y promover los cambios necesarios en las políticas institucionales”, asegura Gloria Bonder, coordinadora de la Cátedra Regional de la UNESCO sobre la mujer, la ciencia y la tecnología en América Latina.

La importancia de la academia

Bonder agrega que se deben reexaminar los planes de estudio para poder cuestionar los prejuicios sexistas, y además se deben poner en marcha prácticas mixtas innovadoras con miras a estimular la curiosidad, la colaboración, la reflexión crítica y la experimentación.

La colaboración con los docentes es esencial. Se debe integrar  los programas de formación inicial y continua de los docentes, a todos los niveles, una enseñanza que respete la igualdad de género. También, los docentes deben recibir apoyo mediante orientaciones o tutorías con miras a guiarlos en la revisión de sus conocimientos, prejuicios, actitudes y competencias relativas a la educación”, dijo.

En el todo el mundo, la matrícula de estudiantes femeninas es particularmente baja en el campo de la tecnología de la información y las comunicaciones (TIC), con un tres por ciento; ciencias naturales, matemáticas y estadísticas, con un cinco por ciento, y en ingeniería, manufactura y construcción, con un ocho por ciento.

El mundo dibujado en la pantalla no dista mucho del mundo real. Un estudio realizado en 2015 por el Instituto Geena Davis titulado “Gender Bias Without Borders” (Prejuicios de género sin fronteras) muestra que la representación en las grandes pantallas de mujeres que trabajan en el campo de las ciencias se limita solo a 12%.

Para lograr el acceso y la participación plena y equitativa en la ciencia para las mujeres y las niñas, y además para lograr la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas, la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió proclamar en 2016 el 11 de febrero como el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia.

Mujeres en el espacio

Este martes la Oficina de las Naciones Unidas para Asuntos del Espacio Ultraterrestre lanzó el sitio web para su proyecto Space4Women. La página ayuda a conectar a niñas y mujeres con oportunidades profesionales en el sector espacial y en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas  de manera más amplia.

Space4Women es un proyecto que alienta a las mujeres y las niñas a seguir una educación  y crea conciencia sobre las oportunidades de carrera para las mujeres y la importancia de la igualdad de género en el sector espacial.

A través de la platafoirma, la ONU proporcionará datos, investigación y asesoramiento de políticas basadas en evidencia a instituciones y gobiernos para aumentar las oportunidades para las mujeres en los sectores STEM y espaciales, y para reconocer las contribuciones de las mujeres en estos campos. El sitio web también alberga un foro de discusión y presenta noticias y eventos sobre estos temas.