Mozambique es una víctima del cambio climático que merece todo el apoyo

Internacional

António Guterres se encuentra en la capital de Mozambique, donde fue recibido por una comitiva del presidente y organizaciones locales. Allí, destacó la responsabilidad de la comunidad internacional con este país que, aunque contribuye poco al cambio climático, ha padecido sus efectos a través de dos ciclones sin precedentes que dejaron una ola de muerte y destrucción.

El Secretario General de la ONU llegó este jueves a Maputo, Mozambique, donde se reunió con el presidente, Filipe Jacinto Nyusi, para discutir la situación del país después de los mortales Ciclones Idai y Kenneth. 
«Mozambique tiene una autoridad moral innegable para pedir apoyo a la comunidad internacional después de los dos ciclones devastadores que azotaron el país en marzo y abril”, aseguró António Guterres ante los medios de comunicación.

Idai, y Kenneth, causaron la muerte de al menos 648 personas y afectaron a unos 2,2 millones de mozambiqueños. 

El titular de la ONU señaló que Mozambique casi no contribuye al cambio climático, pero está en la primera fila de víctimas del calentamiento global.

«Esto le da derecho a exigir una fuerte solidaridad y un fuerte apoyo de la comunidad internacional, tanto en la respuesta a los traumas creados por las tormentas que azotaron el país como en la preparación para la reconstrucción y preparación para situaciones futuras», agregó.

Una prioridad absoluta

Guterres afirmó que Mozambique es una prioridad absoluta para las agencias de la ONU, que desde el primer momento de la catástrofe se han movilizado para apoyar a su pueblo.

También elogió lo que describió como una movilización muy efectiva del Gobierno y un valor extraordinario, y alabó los esfuerzos de respuesta de las autoridades en los últimos cuatro meses.

El presidente Nyusi, en sus comentarios a la prensa, agradeció Guterres y a la ONU su inmediata asistencia, diciendo que «fueron la primera persona y la primera institución en unirse a los mozambiqueños» después del desastre natural.

Nyusi destacó el trabajo de varias agencias de Naciones Unidas al afirmar que «trabajaron para salvar más vidas y mitigar el sufrimiento de los mozambiqueños».

Además, atribuyó a la Organización y a Guterres la ayuda recibida, resultado de los llamamientos que hizo el Secretario General personalmente. 

Se necesitan más fondos

Guterres destacó el llamamiento humanitario de la ONU para Mozambique, de 280 millones de dólares, y dijo que «estaba lejos de ser financiado en su totalidad». También recordó que, en la conferencia de donantes en mayo, en la ciudad de Beira, el estado de Mozambique solicitó 3200 millones para financiar los esfuerzos de reconstrucción y recibió promesas por solo 1200 millones de dólares. 

No solo debemos apoyar, sino apoyar a tiempo.

«Está claro que se necesitará más», afirmó Guterres, al subrayar la necesidad de una «rápida implementación del apoyo prometido».

«No solo debemos apoyar, sino apoyar a tiempo», agregó.

Una visita “de corazón”

Guterres también participó en una reunión sobre la lucha contra la discriminación de las personas con albinismo. Escuchó directamente a varios expertos y niños que viven con albinismo sobre los problemas que deben enfrentar.

El viernes se espera que recorra la segunda ciudad más grande de Mozambique, Beira, que fue la más afectada por el ciclón Idai. La ONU estima que el 90% de toda la infraestructura de la zona ha sido dañada.

Allí se reunirá con las autoridades locales, visitará una de las escuelas afectadas, mantendrá una reunión con personas con discapacidades, un grupo de mujeres y también visitará un campamento de reasentamiento.

Guterres declaró que visitar Mozambique le resultaba “una cuestión del corazón», ya que no es la primera vez que lo hace. Estuvo cuando era el primer ministro de Portugal, que fue el poder colonial de Mozambique. También visitó como presidente de la Internacional Socialista y luego como Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados.

«Siempre me recibieron con gran amistad, gran calidez”, dijo.