Mientras el celo del teatro nos consuma, habrá esperanza: Luis de Tavira

Cultura

Convencido de que nadie hace teatro solo, Luis de Tavira afirmó al recibir la Medalla Bellas Artes, que dicho reconocimiento atañe a esa maravillosa comunidad, a través de la cual le ha sido dada la gracia del teatro: actores, escenógrafos, diseñadores, coreógrafos, autores, técnicos, promotores, difusores, gestores. “En todos ustedes mi corazón leal se amerita”.

Aplausos y vivas se escucharon en la Sala Manuel M. Ponce por parte de actrices y actores, que en esta ocasión conformaron la audiencia que celebró calurosamente el reconocimiento a su maestro, colega, director y amigos, entre quienes se encontraban los escenógrafos Alejandro Luna, y Philippe Amand,  los directores  Mario Espinosa , José Caballero, el diseñador de iluminación y Coordinador del sistema de Teatros de la Ciudad de México, Ángel Ancona,  las actrices Arcelia Ramírez, Julieta Egurrola, actores como Diego Luna, José María de Tavira, Pedro Egurrola de Tavira,  la coreógrafa Ruby Tagle, la crítica de teatro Estela Leñero, entre muchos integrantes más de la comunidad teatral.

Acompañado por la actriz Marina de Tavira, la directora Patricia Yáñez y el director de la Compañía Nacional de Teatro Enrique Singer, el director de escena recibió el reconocimiento entregado por la Dra. Lucina Jiménez, directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes, (IBNAL), ante una Sala Manuel M. Ponce en la que se dieron cita de actrices, actores, alumnos, reconocidos creadores escénicos que ovacionaron fuertemente al también dramaturgo.

Luis de Tavira agradeció el reconocimiento a sus 50 años dedicados al teatro. “Lo recibo con profunda alegría, con sencillez cabal, pero sobre todo con enorme gratitud por cuanto significa recibirlo del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), que ha sido la casa donde se ha demorado durante muchos años el afán de mi quehacer teatral”.

Para Luis de Tavira todo ha consistido en buscar y obedecer, porque el teatro nace de una pasión inquietante de conocer, proviene de un asombro que moviliza y abre la mente para que quepa el mundo. “Quien llega al teatro viene buscando a un espectador, sale a su encuentro, se demora en el hallazgo, convoca, descubre lo que es común a todos, comunica, crea una comunidad cálida y aprende que para eso es necesario construir sobre una roca”.

El hombre de teatro descubre que ese anhelo inquietante es el enigma de una voz que lo llama por su nombre, es un llamado, “El  teatro elige, invita, exige, extenuado tal vez, exiliado a menudo, pero siempre capaz de revelarse como es, indispensable, insustituible, único para proponer en el aquí y ahora, vivo entre la escena y la reunión de los espectadores, las poderosas imágenes del acontecimiento personal que nos vincula en el desciframiento del enigma de la vida y la orientación posible de la historia”.

Al responder sobre lo que nos es dado esperar, el también pedagogo dijo que  la respuesta solo podrá encontrarse en la construcción de un teatro destinado a todos sin excepción, que no renuncie por ello a la hondura del estremecimiento transformador del arte, al rigor de su exigencia, ni a la entrega de su amor insaciable. “Que México exista en la alta dimensión del teatro. Mientras el celo del teatro nos consuma, habrá esperanza”.

El teatro nos conecta con la posibilidad de devolvernos a la vida como un espacio de construcción, de ética y de política

La Dra Lucina Jiménez, Directora General del INBAL, expresó que la Medalla Bellas Artes es el máximo reconocimiento que otorga esta institución para el impulso de las artes, para el desarrollo de la creación, para los creadores que en su trayecto de vida no sólo han construido una ruta propia fructífera, sino que han contribuido a poner el nombre de México en los principales escenarios del mundo y a formar a las nuevas generaciones.

“Entregar la Medalla, hoy, a Luis de Tavira, no sólo es un privilegio sino la posibilidad de reconocer la valía de su pensamiento inteligente, humanista, creador; estoy convencida que si hay alguien que ha pensado en el teatro es Luis de Tavira, porque él ha reflexionado sobre las bases filosóficas, epistemológicas que pueden subyacer al hecho artístico, a la acción misma”.

La titular del INBAL agregó que Luis de Tavira ha hecho siempre un tránsito intelectual para entender el teatro y a la sociedad que puede y tiene la obligación de mirarse en ese teatro, porque el teatro es del tamaño de la vida. “Luis ha colocado un espejo a esa realidad que puede en un momento dado doler y conmover; nos ha enseñado que hay un teatro que no concede, que no traiciona, que puede suscitar el enojo, la confrontación o la belleza suficiente para poder sembrar esperanza y hacer un llamado de consciencia sobre la posibilidad de humanización”.

Mencionó que gracias a él tenemos escuelas, compañías, escenarios y, sobre todo, la convicción de que el ecosistema teatral es posible de ser reformulado si se dialoga y construye. “El teatro de Luis de Tavira nos recuerda que los dilemas éticos de la humanidad son posibles de ser debatidos desde una escena, desde un lugar donde el teatro nos conecta con la posibilidad de devolvernos a la vida como un espacio de construcción, de ética y, creo yo, de política, porque teatro y política están intrínsecamente vinculados”.

Finalmente, agradeció a Luis de Tavira la posibilidad de ser espectador o espectadora de un teatro vibrante, riguroso. “Gracias, Luis, por ser quien eres. Este intelectual que piensa el teatro, que lo ama, que lo hace, que lo construye, que lo debate y que lo pone en escena siempre con una profunda honradez”.

Urgente construir entre generaciones el teatro que necesitamos hoy

La maestra y actriz Patricia Yáñez, colaboradora de Luis de Tavira en diversos montajes, expresó que con este galardón se celebra a uno de los grandes hacedores de teatro que tiene nuestro país. Relató la ocasión en que de Tavira, un día del año 1981, decidió arriesgarse y pedirle al rector de la UNAM un lugar para construir una nueva instalación del Centro Universitario de Teatro. De ello resultó el edificio que se construyó detrás de la Sala Nezahualcóyotl.

“Hoy celebramos a Luis de Tavira, al creador escénico que no sólo trabaja como director, ensayista, dramaturgo, poeta, actor y maestro, sino como un ser escénico entero y digno de ser reconocido”.

Añadió que la amistad que la une al maestro De Tavira surgió por la complicidad entre dos generaciones que tienen casi cuatro décadas de distancia. “La alianza que hemos forjado estos años me deja claro que es importante construir puentes para ir hacia el otro y compartir. No sólo se trata de heredar el conocimiento de generación a generación, hay algo más: el diálogo, que no solo es necesario, sino urgente para construir el teatro que necesitamos hoy”.

La actriz reflexionó sobre la creación de un teatro que invite a pensar, que nos reúna y nos haga tomar conciencia de nuestra condición, un teatro que brinde esperanza a las problemáticas que nos toca enfrentar, ese teatro que ha buscado Luis de Tavira cada día, con mucho afán, dedicación y entrega.

Dijo que, sin duda, valió la pena que De Tavira se plantara frente al rector de la UNAM para que pudiera haber CUT, en su esfuerzo para levantar la Casa del Teatro, el Núcleo de Estudios Teatrales, el Centro de Experimentación Teatral, todo eso valió la pena. “Gracias por el legado, el conocimiento, el trabajo, la entrega, la dedicación, la amistad, pero sobre todo por dar su vida al teatro”.

La producción de la conciencia puede transformar la realidad

La actriz Marina de Tavira recordó su primer contacto con el teatro, cuando a los seis años la llevaron a ver La honesta persona de Sechuan, de Bertolt Brecht, que dirigía Luis de Tavira. “Ese día no solo sucumbí al asombro del teatro, también supe que a ese extraño mundo, poderoso, indescriptible, quería dedicar mis días.  Aquello que sucedía ante mis ojos, no solo era bello, también apelaba a aquello que puede transformar la realidad: la producción de la conciencia. Ese es el teatro que hace Luis de Tavira”.

La actriz nominada al Premio Óscar por su participación en la película Roma, que mencionó títulos de los montajes del director, engarzando imágenes, experiencias y emociones diversas en todos los presentes, comentó que si hay algo que nunca muere en Luis de Tavira es la profunda convicción y la esperanza de que el teatro puede hacernos mejores personas y por lo tanto generar la posibilidad de un mundo mejor para todas y para todos.

Evocó la infancia de Luis de Tavira con sus nueve hermanos que jugaban a hacer teatro y películas por no tener televisión, que escribían obras y peleaban por los personajes o por ver quién sería el director. “Pienso en ti en la Compañía de Jesús, el lugar del principio y fundamento, y donde estudiando griego apareció Sófocles cambiando el curso de las cosas para siempre. Pienso en ti encontrando el axis en el teatro para quedarte ahí y reunir toda la convulsión, la sabiduría y la alegría de la experiencia de la vida para hacer visible lo invisible”.

Magno hacedor de un teatro inmune a las modas

Enrique Singer, director de la Compañía Nacional de Teatro del INBAL, comentó que el teatro de Luis de Tavira es magno, íntegro, virtuoso; hay una ética teatral en cada una de sus puestas en escena, inmune a las modas y siempre provocador, generador de discusiones y defensor de la emancipación de la puesta en escena sobre el texto escrito. Soy su sucesor en la Compañía Nacional de Teatro, desde ahí puedo sentir el tamaño de su legado, no ha sido fácil sucederlo, ya que Luis dejó una compañía poderosa, llena de empuje, y les aseguro que suplirlo no ha sido nada sencillo.