Desde Carolina del Norte, Estados Unidos, donde entrena hace un par de años, la clavadista mexicana Aranza Vázquez comparte sus objetivos para el próximo ciclo olímpico.
“Ya tener experiencia en Juegos Olímpicos me cambió todo el panorama. En mi debut estaba nerviosa, pero ahora me siento más segura y preparada para lo que venga. Mi meta es volverme más explosiva y tener mayor fuerza para concretar clavados difíciles. En cuanto a aumentar la dificultad no es sencillo, pero se logra con preparación física y mental. Creo que después del sexto sitio de Tokio puedo subir al podio en París 2024 y estar en la pelea, tengo esa meta”, comentó.
Vázquez, especialista en trampolín de tres metros, se encuentra en proceso de adaptación después de su participación en la justa veraniega de Tokio 2020.
“Estoy en pretemporada, haciendo pesas y acondicionamiento, mi cuerpo está pesado ahorita y mentalmente no me siento lista aún para competir a nivel internacional. He tenido que eliminar algunas fechas de mi calendario para no exigirme demasiado y darle preferencia a justas como las Series Mundiales”, detalló.
La estudiante de tercer semestre en Ciencias del Deporte, dedica varias horas al día a construir el sueño de convertirse en medallista olímpica.
“A las siete de la mañana comienzo a entrenar, luego llego a casa, hago tareas, estudio cuando hay exámenes y regreso a prepararme por la tarde, sólo descanso el domingo. Todo ha valido la pena, es difícil, pero no me arrepiento de ser una atleta de alto rendimiento. De agosto a mayo compito de 10 a 15 veces para la universidad y eso da mucha experiencia para controlar la presión, emociones y adrenalina”.
Al ser una atleta más alta que el promedio internacional, Aranza ha tenido que adaptar su preparación para alcanzar buenas puntuaciones.
“Ha cambiado mucho el deporte, cuando estaba creciendo fue difícil porque no podía adaptarme a los entrenamientos por mi altura. Tuve que descubrir una forma de moverme más rápido, tener más fuerza y técnica. Todavía se me hace complicado hacer los saltos en B, me llevó años lograrlo, pero ya sé cómo manejar mi cuerpo”, concluyó.
