México y Quebec obligados a mirar más allá de sus fronteras

Cultura

El gran logro del T-MEC es la consolidación de la plataforma productiva norteamericana, y gracias a ello México y Canadá tienen una posición privilegiada para aprovechar las múltiples oportunidades que ofrece el mercado de Estados Unidos y otros países, afirmó Stéphanie Allard-Gomez, delegada general de Quebec en México.

Destacó que la complementariedad de México y Canadá va mucho más allá, porque sus economías son de las más abiertas del mundo, ya que tienen Tratado de Libre Comercio con los países del Grupo de los Siete: Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido, Estados Unidos y, por supuesto, su nación; además, con los de la alianza del Pacífico, entre otros.

En la conferencia “T-MEC: desafíos y oportunidades para las relaciones Quebec-México”, organizada por el Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN) de la UNAM, la diplomática dijo que para llevar a cabo la tarea de desarrollar conjuntamente el mercado mundial se puede continuar con la colaboración a nivel tripartita y bilateral.

“Parte de los beneficios de este nuevo acuerdo es que permitirá eliminar una gran parte de la incertidumbre que existe hoy en día en el ámbito del comercio internacional. Para nosotros, muchas empresas quebequenses tienen plantas en Estados Unidos y en México; necesitan relaciones estables y previsibles para seguir desarrollando sus actividades norteamericanas e inversiones en la región”, enfatizó.

El T-MEC, añadió, permitió también modernizar aspectos del acuerdo del Tratado de Libre Comercio que lo precedió, los cuales se habían vuelto obsoletos, por ejemplo el relacionado con el comercio electrónico, servicios,  mercado laboral y el correspondiente a pequeñas y medianas empresas.

Grandes acciones conjuntas

“Tomando en cuenta este gran reto global de la pandemia y del T-MEC, ¿cómo podríamos desarrollar un espacio norteamericano más integrado y más productivo? Pienso que gracias a la contribución de los estados nacionales, como Quebec, que tienen una función esencial en la construcción de nuevas plataformas productivas se pueden tener resultados positivos”, aseveró Allard-Gomez.

Consideró que estas asociaciones estratégicas tienen visión compartida a través de intercambios económicos, culturales y académicos, en términos de movilidad estudiantil y docente.

Subrayó que muchos de los desafíos a los que nos enfrentaremos requerirán de soluciones locales. Ejemplo de ello es la colaboración entre estados subnacionales que llevaron a cabo los gobiernos de Quebec y California al crear conjuntamente un mercado de carbono para luchar contra el cambio climático; a partir de enero de 2020 trabajan de forma activa con el gobierno mexicano, a fin de implementar una bolsa mexicana del carbono.

“Es importante reiterar el gran compromiso que Quebec tiene con México y, de manera general, con la apertura de los mercados. Creo que con la economía diversificada, bastante sofisticada que tenemos, estamos obligados a mirar más allá de nuestras fronteras y, en este sentido, México ofrece un gran potencial de colaboración y sinergias. El T-MEC es una plataforma que podemos seguir construyendo para los próximos años y las próximas generaciones”, concluyó.