México tiene que apostar por el desarrollo del conocimiento y la tecnología espacial: Graue

Cultura

El futuro de México tiene que estar asociado al impulso de ciencias duras como las de la atmósfera y la tecnología espacial, campos prometedores de desarrollo, aseguró el rector de la UNAM, Enrique Graue Wiechers.

Acompañado por Francisco Javier Mendieta Jiménez, director general de la Agencia Espacial Mexicana, Graue entregó los premios del Concurso Nacional de Satélites Enlatados (CanSat) 2018-2019, que promueve entre estudiantes la generación de capacidades y habilidades para desarrollar conocimiento y tecnología espacial.

Este concurso, expuso el rector de la Universidad Nacional, es muestra de que las instituciones de educación superior forman jóvenes con los conocimientos necesarios, con destrezas y competencias que les permitirán enfrentar el futuro; que demuestran su entusiasmo, dedicación e imaginación para crear un satélite.

“Trabajaron en equipo y de manera multidisciplinaria. Esto es verdaderamente lo que celebramos: la capacidad que tuvieron para, entre disciplinas, conseguir un objetivo deseado. Eso significa este certamen y, por supuesto, lo vamos a seguir apoyando”, destacó.

En la Torre de Rectoría, Javier Mendieta Jiménez, afirmó que la Agencia Espacial Mexicana se ha nutrido del talento de los profesionales e investigadores de esta casa de estudios, y coincidió en que el espacio juega un rol determinante en la vida moderna: en nuestras comunicaciones, Internet, los servicios de salud, educación, gobierno electrónico vía satélite; las imágenes satelitales para la prevención de desastres naturales, la seguridad nacional o para atender fenómenos litorales como el sargazo, entre otros.

México está invitado a participar en el estudio del espacio y la UNAM realiza aportaciones desde la astronomía, geofísica y astrofísica, pues prácticamente cualquier licenciatura tiene que ver con el espacio; por ejemplo, las ciencias jurídicas son necesarias para la legislación espacial, determinar los derechos de frecuencias, la explotación de cuerpos celestes, explicó.

El espacio también provee de empleos a jóvenes entusiastas y apasionados. En el país el sector aeronáutico ofrece 60 mil empleos directos en 340 empresas, y crece dos dígitos por año. “El sector espacial con este nuevo pilar se desarrolla a gran velocidad: de hacer aviones a crear satélites; de turbinas a cohetes. Todo esto se hace en México, además de la buena ciencia en la UNAM”.

El coordinador del Programa Espacial Universitario, José Francisco Valdés Galicia, indicó que los equipos participantes diseñaron su satélite enlatado, lo probaron en laboratorio y después lo hicieron volar a 400 metros de altura. Los dispositivos debían transmitir datos a tierra, contar con paracaídas que protegiera al equipo y a un pasajero: un huevo. Además, entregaron un reporte científico final.

Participaron más de 400 estudiantes de 20 universidades e institutos de educación superior, de 11 estados de la República. Más de 200 llegaron a la etapa de lanzamiento, 29 equipos lograron que sus satélites enlatados volaran y se comunicaran a tierra, y cinco de ellos consiguieron que el huevo a bordo aterrizara íntegro.

“Fueron quienes técnica y científicamente lo hicieron mejor, pero todos los participantes han ganado”, subrayó Valdés.

Los equipos ganadores son: Xtremophilus, conformado por estudiantes de la Facultad de Ciencias (FC); Hunab Kú, por alumnos de la Universidad Autónoma de Yucatán; e Ingenio Mecánico, en el que participan estudiantes de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo y la UNAM.

También se premió a Nova Team, que reúne a alumnos de las facultades de Ingeniería (FI), Arquitectura (FA) y de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán. De igual forma, se reconoció al equipo Delphinus, conformado por alumnos del Instituto de Estudios Superiores de Tamaulipas.

A la ceremonia asistieron la directora de la FC, Catalina Stern; el secretario de Investigación y Desarrollo de la Coordinación de la Investigación Científica, José Manuel Saniger; directores de diversos centros de investigación de la UNAM, así como familiares de los alumnos premiados.