México podría convertirse en potencia mundial gracias al oro blanco, el litio

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La ubicación en Sonora del yacimiento de litio más grande del mundo, material básico en la fabricación de baterías para vehículos eléctricos, no sólo abre la gran posibilidad de transformación del transporte y movilidad de nuestro país, sino que puede convertir a México en una potencia económica mundial ya que ahí se encuentra un yacimiento de alrededor de 243.8 millones de toneladas del químico.

Arturo Cervantes Trejo, presidente de la Alianza Nacional de la Seguridad Vial (ANASEVI), dijo durante el 12º Congreso Internacional del Transporte (CIT 12), que organiza la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad (AMTM), que “México puede volverse una potencia mundial por los depósitos de litio que han sido descubiertos recientemente y considerados dentro de los más grandes del mundo. Y las baterías tienen un aprovechamiento multinivel y una utilidad enorme para todo tipo de transporte y de movilidad en nuestro planeta”.

El mundo está en una transición energética, el litio es la base de los baterías de los automóviles eléctricos, por ser un material con mayor densidad de energía por peso y volumen y por la creciente demanda de baterías de litio recargables por su mayor vida útil, tiempo de almacenamiento, menor peso, funcionamiento, alta capacidad y diversos usos en el desarrollo de las industrias de comunicaciones, electrónica e informática.

El también miembro activo de la Alianza para la Prevención de la Violencia de la Organización Mundial de la Salud, subrayó que la clave para cumplir con las contribuciones previstas en el Acuerdo de París, es la electrificación del sistema de transporte: “Tenemos una gran oportunidad en este tipo de movilidad y en los vehículos eléctricos. Debemos avanzar rápido en ese campo para ser líderes regionales en colaboración con el sector público y el sector privado”.

Por su parte, el maestro Bernardo Baranda Sepúlveda, director en Latinoamérica del Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP), por su parte, destacó que “la motorización y la contaminación aumentan mucho el riesgo para la salud pública. Entonces, lo que debemos buscar es aumentar la accesibilidad de la población, es decir, cómo hacemos que sea más fácil, más corto, más agradable, más barato llegar a nuestros destinos”.

Indicó que se requieren medidas integrales para lograr una redistribución del tiempo: “La reflexión es: ¿cómo aprovechamos esta crisis para aumentar la accesibilidad? ¿Cómo podemos hacer más esquemas de teletrabajo, horarios escalonados?”

Agregó que, por ejemplo, ahora en París “están impulsando mucho esto de la ciudad de los 15 minutos, entonces, ver cómo podemos hacer que la necesidad de recorrer largas distancias y a las horas pico sea menor. Ese es el gran reto hacia el futuro”.

Existen propuestas de cambiar la modalidad o volver a la intermodalidad, donde caminar y andar en bicicleta se vuelva rutinario; además, tiene efectos colaterales positivos para la salud de los individuos porque somos un país donde los índices de obesidad y de diabetes y síndrome metabólico deben disminuir con el ejercicio y los cambios en la actividad del ser humano.

Destacó que en los últimos años hubo un incremento en el uso de motocicletas al pasar de 400 mil unidades en el año 2000 a casi 5 millones al día de hoy, lo cual se incrementó aún más durante la pandemia, por el aumento de pedidos a domicilio y las facilidades de compra, ya que con 200 pesos semanales se pueden obtener las unidades.

Añadió que un avance en la Ciudad de México, fue la primera licencia tipo “A” para motociclistas, con estándares de educación vial, así como conocimientos y habilidades que antes no había y que debe extenderse a nivel nacional.

Al participar en la mesa “Transporte, medio ambiente y salud”, Jorge Villarreal Padilla, director de Política Climática de la Iniciativa Climática de México (ICM), señaló que durante 2020 se observó una reducción en los niveles de emisión, sin embargo, no fue una solución sostenible pues se derivó del confinamiento social durante la pandemia.

“No es sostenible de ninguna forma y bajo ningún escenario estos niveles de reducción de emisiones que tuvimos en el 2020. Evidentemente, requerimos reorientar los subsidios a combustibles fósiles hacia un cambio modal en el transporte sustentable, seguro, digno y eficiente. No podremos reducir las emisiones en el sector transporte ni garantizar que no exista un rebote si no hacemos más eficiente la flota vehicular que tenemos en este momento”.

Destacó que se requieren aprobar las normas de eficiencia vehicular que están actualmente en la discusión y es urgente impulsar políticas públicas de acceso universal a energías limpias. “No tenemos por qué detenernos ante iniciativas o políticas contrarias a las necesidades de la sociedad”, finalizó.