- Parte del legado de la artista puede apreciarse en la Sala Leopoldo Méndez de la Unidad Xochimilco
El orden de lo femenino desde la mirada de una creadora inagotable –cuyas manos regalaron vida y reconstruyeron un mundo simbólico a partir de la gráfica, la escultura, la instalación y el arte textil– estará expuesto hasta el 23 de junio en la Sala Leopoldo Méndez de la Galería del Sur, en la Unidad Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Marta Palau. Una labor cargada de infinito celebra el legado y permite un acercamiento a la artista española nacionalizada mexicana, egresada de la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda, del Instituto Nacional de Bellas Artes.
Cercana siempre a la naturaleza y ajena a las fronteras del arte, Palau ideó cada pieza con materiales de la tierra y fibras orgánicas que pareció hechizar para desarrollar lo mismo escultura y tapiz, que collage o serigrafía, en un universo plástico concebido en lana, algodón, yute, henequén, ixtle, raíces, ramas, arcilla, corcho o vidrio, componentes con los que evocó el pasado y la herencia de las culturas prehispánicas de América.
Aunque sin duda su existencia estuvo ligada a Europa, México influyó de manera decisiva en su identidad artística, poder alquímico y voluntad innovadora, pues debido al exilio desde España pasó su primera infancia y adolescencia en el país.
La autora de trabajos emblemáticos, entre los que destacan Cascada, Nómadas II y Naualli mano poderosa, exploró los muchos caminos de la gráfica contemporánea, hasta ubicar su obra entre las más radicales de las corrientes experimentales latinoamericanas.
La muestra comprende casi una treintena de grabados, pinturas, serigrafías, esculturas y tapices, en los que la naturaleza, la mujer, el misticismo y la memoria ancestral fueron la constante. La serie Cueva pintada evoca narraciones orales ancestrales de expresiones rupestres y códices; la maqueta de Puerta abierta al tiempo, escultura de gran formato que desde 2014 forma parte del patrimonio cultural de la UAM y que se encuentra en el espacio sonoro.
Fiel a una vocación de lucha por las causas justas y a su experiencia trashumante, Palau –reconocida con la Medalla Bellas Artes y el Premio Nacional de Ciencias y Artes– enfatizó los temas sociales referidos a la migración, el exilio, los refugiados políticos y los desplazamientos de personas.
La exposición representa un homenaje póstumo a quien hacía brotar hojas, flores, cuerpos y vida en cada composición, al haber sido admiradora de la magia, las cosas sencillas y la belleza, que la rodearon hasta el final de su existencia, en agosto de 2022.