Malnutrición en el país de la alta gastronomía

Internacional

Un programa de televisión está intentando acabar con la paradoja que se da en Perú: en un país con una gastronomía reconocida en todo el mundo, siguen existiendo altos índices de malnutrición. ‘Cocina con Causa’ enseña a los peruanos a aprovechar los recursos disponibles de forma creativa.

Hay restaurantes peruanos en las capitales gastronómicas del mundo. Los turistas viajan a Lima para cenar en el último restaurante de moda. Sus chefs protagonizan documentales. La gastronomía peruana es famosa en todo el mundo, pero muchos de los habitantes del país no están bien alimentados.

“Perú es un país muy gastronómico. A los peruanos les encanta la comida y su gastronomía es un orgullo nacional, pero todavía hay muchos retos como la malnutrición y especialmente la anemia. También la desnutrición crónica, el sobrepeso y la obesidad que están aumentando”, explica Tania Goosen, la representante del Programa Mundial de Alimentos en la nación sudamericana.

Para combatir esos problemas, surgió la idea de hacer un programa de televisión, a raíz de una cena, en la que estuvieron presentes ministros, chefs como Gastón Acurio y agencias de la ONU. El Gobierno pidió ayuda al Programa Mundial de Alimentos para lograr una transformación de la dieta de los peruanos.

‘Cocina con causa’, ahora en su segunda temporada, explora recetas que puedan aprovechar la variedad de ingredientes locales y su rica tradición gastronómica.

“Es una celebración de la comida nacional. ¡Hay tanta comida!”, dice Goosen. “Lima es la capital gastronómica de America Latina, pero se da esa paradoja de que hay tantos alimentos locales muy ricos, pero todavía hay malnutrición. Ahí está justamente la solución porque los alimentos existen”, dice la especialista.

La producción cuenta con el apoyo técnico de la agencia de la ONU para definir los mensajes e identificar las historias.

“Muchas veces trabajamos con las mujeres de las comunidades, que son las que día a día intentan mejorar la alimentación de sus hijos”, explica Goosen. “También hay jóvenes cocineros que visitan las comunidades y que juntos preparan o mejoran las recetas para que sean más nutritivas, más ricas, pero también asequibles”.

La primera temporada, en 2017, fue un éxito. “Hicimos una encuesta y tres millones de peruanos, un 10% de la población, vieron el programa. Un 70% dijeron que era bueno o muy bueno y 50% decidieron probar las recetas en casa”, detalla la responsable del PMA.

Los episodios de la segunda temporada ofrecen un formato diferente, con expertos que hablan de nutrición. Como no todos los peruanos tienen acceso a una televisión, se ha creado también una radio novela producida por miembros de las comunidades. Además, hay un aspecto más interactivo ya que se usan las redes sociales para compartir recetas.

Malnutrición y obesidad

Aunque Perú ha logrado reducir la malnutrición infantil a la mitad, hasta el 13,1% actual, la anemia sigue siendo un motivo de gran preocupación, con una tasa del 43% en niños menores de tres años, que llega al 76 por ciento en el departamento andino de Puno.

“Lo que falta son alimentos ricos en hierro de origen animal”, señala Goosen. “Hay niños que nacen de madres que ya tienen anemia y que no pueden ofrecer lactancia materna y cuando empiezan con alimentación complementaria tienen el problema de que no tienen alimentos suficientemente diversos o de origen animal. Esto es la raíz”, explica. “Es un problema en zonas rurales, urbanas y en Lima hay niveles muy altos. No es solamente entre las clases más pobres, también en clase media y alta. La anemia no discrimina y la encontramos en todas las clases y todos los lugares”, añade.

Los chefs proponen preparar recetas con la sangrecita de pollo: un ingrediente rico en hierro y asequible para los peruanos.

En algunas zonas rurales remotas, como las regiones de Sierra y Amazonas, las tasas de malnutrición llegan al 33%. “Hay zonas donde hay inseguridad alimentaria y ahí el programa puede trabajar con las comunidades para ver qué alimentos tienen disponibles y cómo mejorar las recetas. No hay una estrategia para todo el país, en cada región hay soluciones diferentes”, explica Goosen.

Al mismo tiempo, los cambios en el estilo de vida están contribuyendo al sobrepeso y la obesidad. En este caso, se intenta enseñar platos que sigan siendo apetecibles, pero más nutritivos, como la hamburguesa de sangrecita con quinua.

Tras el éxito en Perú, el siguiente reto es exportar a otros países la receta: la alianza entre el Programa Mundial de Alimentos, un grupo de jóvenes chefs comprometidos, el Gobierno y los medios de comunicación.

Producción: Beatriz Barral/ONU