Maestra en biología por la UAM descubre murciélago híbrido en el sur de México

Cultura

El descubrimiento de una población de quirópteros que posee una morfología intermedia entre dos clases –producto de dos hibridaciones, una ancestral que data del Pleistoceno, hace unos 1.5 millones de años, y una más actual– derivó de un trabajo realizado por Aline Méndez Rodríguez, maestra en biología por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

Por su tesis Evidencia de introgresión genética entre Pteronotus fulvus y Pteronotus gymnonotus (Chiroptera: Mormoopidae) mereció los premios internacionales estudiantil de investigación Howard McCarley, que otorga la Southwestern Association of Naturalists (SWAN), y Bernardo Villa, concedido por The North American Society for Bat Research (NASBR).

Con la asesoría de los doctores Ricardo López Wilchis y Luis Manuel Guevara Chumacero –académicos del Departamento de Biología de la Uni-dad Iztapalapa– analizó organismos de la familia Mormoopidae y pudo observar “en diversas muestras de ejemplares a individuos con una morfología intermedia entre las categorías P. fulvus y P. gymnonotus, preguntándonos si era una especie nueva o el resultado de la reproducción de ambas y lo que encontramos es que los murciélagos del sur de México y América Central son una mezcla”.

Las dos clases son muy parecidas, salvo por una diferencia en tamaño, aunque los especímenes híbridos detectados son de longitud intermedia; estos ejemplares y los análisis genéticos hicieron posible aprender más acerca de su historia evolutiva y comportamiento, por lo que estos conocimientos serán utilizados para inferir patrones evolutivos de otras especies cercanas, explicó la egresada de la UAM.

“Con datos sobre el cambio climático y la deforestación podemos determinar cómo van a comportarse en el futuro, así que disponer de esta información facilita la implementación de medidas adecuadas para conservar estas categorías, que son significativas para el país”, mientras que con técnicas de biología molecular “averiguamos que estos mamíferos voladores surgieron de una hibridación ancestral, hace alrededor de 1.5 millones de años, en el Pleistoceno, y también de una combinación más reciente”.

Mediante el uso de marcadores moleculares con una tasa de mutación muy baja se conoció qué ocurrió en esa era geológica y a partir de marcadores genéticos con una tasa de evolución muy rápida lo que sucede en la actualidad, así que “tomamos un trocito de membrana de un murciélago –que puede regenerarse en unos meses– para extraer el ácido desoxirribonucleico (ADN) mitocondrial y nuclear, y empleamos los marcadores moleculares con el fin de detectar qué ocurre en ciertos fragmentos del ADN e inferir que pasó, qué está pasando y qué podría pasar.”

Los resultados confirmaron la presencia de tres linajes evolutivos que corresponden a P. fulvus, P. gymnonotus y P. davyi, separados entre uno y dos millones de años debido, tal vez, a oscilaciones climáticas y fluctuaciones del nivel del mar durante el Pleistoceno, además de que “indican una hibridación ancestral que ha ido disminuyendo con el tiempo entre los dos primeros grupos, desde México hasta América Central.”

Méndez Rodríguez subrayó que, no obstante la hibridación entre ellos, se siguen manteniendo las dos categorías, aunque algunos individuos mezclados se encuentran muy diferenciados genéticamente de sus predecesores, de ahí que “con las conclusiones ahora sabemos que existe este híbrido y el siguiente paso será ir a campo para ver patrones reproductivos y cómo se están comunicando, en virtud de que cada uno lo hace de manera distinta”.

Sin embargo, la información disponible no es suficiente para determinar qué sucederá con estos murciélagos, ante la posibilidad de que lleguen a formar una especie nueva más competente que las parentales y que sobreviva mejor a los cambios medioambientales, aun cuando hacen falta más estudios al respecto, precisó.

  1. fulvus habita en el norte y las vertientes del Pacífico y el Golfo, en México, así como en Panamá, Venezuela, las Guayanas, las Antillas menores e incluso en Brasil, en matorrales xerófilos del semidesierto o en selvas bajas caducifolias; P. gymnonotus –con presencia en Veracruz, Chiapas y Oaxaca– está asociado a cuerpos de agua y requiere de cuevas muy bien conservadas para sobrevivir.

Ambos se encuentran en riesgo en el país, de acuerdo con la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010 y están incluidos en la lista roja de la Unión Internacional para la Conser-vación de la Naturaleza, derivado del deterioro constante por contaminación de cavernas y grutas donde moran estos mamíferos, de los cuales se calculan cerca de 139 especies.

La investigación desarrollada por Méndez Rodríguez aborda el fenómeno de introgresión genética –que consiste en el intercambio de material de esta índole a través de la hibridación entre linajes que no están aislados reproductivamente– en una familia de murciélagos insectívoros más abundantes en el Neotrópico, que comprende América del sur, central y el sur de México.

El reporte de indagación cita estudios según los cuales la hibridación es frecuente entre especies con relación estrecha y resulta relevante como fase transitoria del aislamiento reproductivo, sin embargo, a menudo la introgresión es críptica y se desconoce el impacto evolutivo para aquéllas, de modo que este proceso puede ser consecuencia de expansiones y contracciones en la distribución de los quirópteros, en respuesta a cambios climáticos, por lo que un efecto potencial de este desarrollo es el aumento de la diversidad genética mediante el intercambio de alelos o la diversidad biológica por la formación de otros grupos.

El fenómeno ha sido documentado en varios mamíferos –en particular los murciélagos– que cuentan con más de 1,300 especies, registrándose la hibridación en 31 de ellas –2.7 por ciento– pertenecientes a cuatro familias, así que Pteronotus fulvus y P. gymnonotus –familia Mormoopidae– son insectívoros neotropicales que comparten su distribución desde México hasta América Central y son considerados emparentados de manera estrecha.

“Mi proyecto inició en México y los resultados fueron intensos, ya que tuvimos la colaboración de científicos de España, Nicaragua y Brasil que aportaron conocimientos y muestras”, formando parte del proyecto Patrones y procesos evolutivos en los murciélagos de la familia Mormoopidae (Chiroptera), llevado a cabo desde hace varios años en el Laboratorio de Biología y Ecología de Mamíferos de la Unidad Iztapalapa, con la dirección de los doctores López Wilchis y Guevara Chumacero.

Méndez Rodríguez considera fundamental que sea valorada la trascendencia de los murciélagos en la economía de las naciones, pues debido a la alimentación basada en insectos de la mayoría de ellos son necesarios menos plaguicidas y fertilizantes para abonar el campo, gracias a su guano rico en nitrógeno; otros son polinizadores de plantas endémicas y medicinales al esparcir semillas de frutas, con lo que brindan un servicio de regeneración a los bosques.

“Amo la Unidad Iztapalapa, que siempre nos ha apoyado con los recursos para las indagaciones, además de que mis asesores siempre han estado conmigo en el campo, brindando recursos y saberes, por lo que llamo a la comunidad universitaria a seguir trabajando a pesar de la difícil situación económica, ya que es posible obtener los medios en otros lados para continuar generando conocimiento, en beneficio de los mexicanos”.