Estudiantes de la Escuela de Artesanías (EA) del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) instalarán una ofrenda por el Día de Muertos en el Vestíbulo del Palacio de Bellas Artes, basada en el libro Visión de los vencidos, la obra más reconocida de Miguel León-Portilla, en la que se hace una recopilación de los principales escritos indígenas de los primeros años después de la caída de Tenochtitlan. Podrá ser visitada a partir del 28 de octubre a las 13:00 horas.
Cada año, la EA se encarga de instalar la ofrenda de muertos del recinto del INBAL, además de organizar en sus instalaciones diversas actividades relacionadas con la festividad de los fieles difuntos, tales como la presentación de ofrendas a cargo de cada uno de los talleres que imparte, concurso de murales, presentaciones de libros, conferencias, venta de artesanías y de alimentos tradicionales.
En esta ocasión, la ofrenda del Día de Muertos que instalarán los estudiantes de la escuela en el Vestíbulo del Palacio de Bellas Artes recreará los ocho presagios prehispánicos que se describen en la obra de León-Portilla: Un cometa de fuego que relata lo que sucedería 10 años antes de la conquista Fuego que no se apaga, interpretada como la casa de Huitzilopochtli y Poderoso rayo con la caída del templo de Xiuhtecuhtlic,
Además de los presagios Lluvia de fuego que habla del Sol que cae; Lago en llamas con la furia del agua; El llanto nocturno de la mujer misteriosa con los lamentos de una mujer por sus hijos; El espejo de la guerra con la pesca de un ave extraña que reflejaba la guerra; y Apariciones de seres deformes con criaturas extrañas que al tiempo que eran vistas, desaparecían.
En entrevista, Julieta Ramírez, directora de la EA, explicó que para la representación de las profecías prehispánicas en la ofrenda se utilizará un mascarón de más de dos metros de altura, elaborado por la Academia de Metales, y con lámina galvanizada repujada se recrearán los símbolos prehispánicos de los presagios con la participación de los talleres de cerámica, ebanistería, estampado, joyería y orfebrería, esmalte, metales, textiles y vitrales, en la que participarán docentes y personal de apoyo, en total 31 personas.
Se colocarán los elementos característicos de la ofrenda del Día de Muertos: como flores, pan y sal, lo que permitirá mantener la integridad del espacio. “Ha sido todo un reto porque tuvimos un cambio inesperado de temática, pero lo cierto es que aquí se pone de manifiesto muchas de las actividades artesanales que se hacen en los distintos talleres y nos sirve para difundir nuestras costumbres ceremoniales tan arraigadas como es la ofrenda de muertos con toda la cosmovisión que tiene alrededor”, dijo.
