Carlos Gálvez
La Administración Pública, a través de sus Dependencias, Organismos e Instituciones, es el mecanismo institucional del gobierno para atender los problemas específicos que la ciudadanía plantea, conseguir la eficacia y eficiencia a la hora de resolverlos, es la principal tarea que se le encomienda al equipo de funcionarios que se supone son conocedores y en algunos casos expertos de los temas.
El logro de una Administración es mostrar su capacidad para solventar conflictos a través de resultados concretos e implementación de políticas públicas certeras, dejando de lado, la idea de que están al frente de una institución debido sólo a una consecuencia democrática de mayoría, representación o participación ciudadana, es decir de una elección.
La eficacia de las instituciones pertenecientes al aparato burocrático tiene que ver con la aplicación del conocimiento especializado, de una adecuada organización en los servicios públicos, así como del correcto liderazgo al frente de las Dependencias, dotándolas de procesos administrativos bien diseñados.
La 4T no ha terminado de asimilar este nuevo papel que juega como gobierno, el control desmedido por parte de la Secretaría de Hacienda respecto al presupuesto, la subvaloración de puestos o funciones de los servidores públicos ha generado peligrosos “nudos operativos” en cuestiones tan básicas, como pueden ser la firma y autorización de documentos, trámites y más actividades que los delegados o alguna figura similar realizaban en territorio nacional.
El gran número de renuncias que los funcionarios elegidos por AMLO y su equipo han tenido que enfrentar, es señal inequívoca de que existen puntos de vista incompatibles respecto a la forma de atender los problemas que sus unidades administrativas les plantean.
El extitular del IMSS dimitió a la dirección del instituto, acusando a los funcionarios de Hacienda de tener una política de austeridad y restricción económica que lejos de apuntalar la idea de un buen manejo de recursos, laceraba las funciones básicas de operación, funcionamiento y el tratamiento de los pacientes del Seguro Social.
La otrora titular de la SEMARNAT, cometió un error, que aunque fue delicado en el aspecto ético, no ocasionó un daño verdadero al funcionamiento de su Dependencia o al erario, por lo que pareciera exagerada la decisión de dejar tan importante Secretaría, aduciendo a la congruencia de la 4T, donde se exige respeto a los valores de equidad y justicia, aún cuando el país necesita urgentemente políticas publicas en materia medio ambiental, las cuales podían tener un peso mucho mayor al de retrasar un vuelo por cuestiones laborales, situación que no hubiese ocurrido si se advirtiera de la importancia que tienen las flotas aéreas al servicio de los altos funcionarios para atender compromisos propios de su área.
De manera general, se puede decir que los problemas que presenta la nueva administración son a consecuencia de una estricta disciplina fiscal, que asfixia la operación de las Dependencias, especialmente de las que tienen dentro de sus atribuciones, aspectos tan sensibles como son la salud, la seguridad y la prestación de servicios sociales.
Hasta ahora, el gobierno de AMLO ha utilizado el “bono de legitimidad” proporcionado por una mayoría ávida de cambio y de un ejercicio de política diferente, como único mecanismo para atender las inquietudes de sus gobernados.
La funcionalidad de dicho “bono” se está agotando, a tal grado que la estrategia debe cambiar de manera radical, los resultados deben aparecer en el corto plazo, de lo contrario, está idea de ser la esperanza de México, se ira desvaneciendo entre las apremiantes necesidades de los ciudadanos, el aceptar ideas, símbolos y conceptos nuevos que amplíen el panorama de lo que es el “interés público”, tendrá que ver más con los resultados en materia económica, seguridad y salud, que con una idea vaga sobre la austeridad.
Culpar a las anteriores administraciones por la situación actual del país, resulta aplicable, solo para establecer un marco histórico en la explicación del origen de los problemas, no así como respuesta o solución.
La curva de aprendizaje y el reacomodo natural dentro de cada organización se debe dar por concluido, los resultados deberán comenzar a hacerse visibles para que la evaluación ciudadana pueda ser efectiva, la legitimidad no alcanza para atender los problemas sociales, es momento de exigir por lo que se votó, es momento de requerir soluciones, es momento de hacer valida la esperanza con la que 30 millones de mexicanos avalaron una ruta distinta de la manera de hacer política.
@tromba18
