Lectura en Braille, música, artes visuales y juego tradicional, actividades del INBAL en la Feria de la Inclusión

Cultura

La interacción y acercamiento al arte, la música y la lectura de todas las personas en torno a las carpas que distintos centros de trabajo del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) instalaron en el Zócalo de la Ciudad de México, como parte de la Primera Feria de la Inclusión realizada este sábado 16 de noviembre, abrió un espacio de convivencia, sensibilización y conocimiento entre quienes viven con y sin discapacidad. 

Más de 2000 participantes recibió el INBAL a través del trabajo realizado por Extensión Cultural, el Museo Nacional de la Estampa y el Laboratorio Arte Alameda en la primera Feria de la Inclusión realizada en el Zócalo capitalino.

El subdirector de Extensión Cultural del INBAL, Alberto Canacasco, comentó que la Feria de la Inclusión dio la oportunidad para congregar a muchas personas involucradas en el tema.

Mencionó que el INBAL amplía cada vez las actividades a un mayor número de personas mediante un trabajo de inclusión que cuenta con traductores de Lengua de Señas Mexicana en muchas de sus actividades y promueve programas como Leo…luego existo, ¿Quieres que te lo lea otra vez?, Pasaporte del Arte y Funciones Relajadas, entre otras actividades artísticas y culturales.

Lectura en Braille de la biografía del autor del sistema

Dentro del programa Leo…luego existo se realizó la primera lectura en Braille a cargo de la cantante, actriz y atleta Crystal, quien leyó la biografía de Louis Braille, además de presentar diapositivas del material utilizado por los invidentes en sus actividades cotidianas.

“Me siento honrada de que el INBAL me haya invitado, es importante dar a conocer todo lo que es de utilidad para las personas con discapacidad; en mi caso voy a abordar la situación de las personas ciegas, y aunque me siento un poco nerviosa, espero satisfacer las inquietudes de la gente que venga”, expresó la cantante.

Comentó que sería preferible que hubiera más personas que sí ven que invidentes, porque “las personas que no vemos conocemos lo que voy a decir, pero los que ven tienen que saber en qué está basado nuestro material y el por qué del Sistema Braille”. Al respecto, manifestó que una de las cosas preocupantes es que el sistema está en peligro de extinción, ya que todo se maneja a través de audiolibros.

Durante su intervención presentó imágenes de Louis Braille y de Ignacio Trigueros, fundador de la Escuela para Sordomudos que aún funciona en la calle de Mixcalco núm. 6, así como de la regleta y el punzón utilizados para escribir en Braille, la caja aritmética, el ábaco japonés, el bastón blanco, el símbolo de los ciegos, los perros-guía, la computadora parlante, el reloj, los juegos deportivos y de mesa adaptados para personas ciegas. Al finalizar, respondió a las inquietudes del público y mostró la forma de guiar a un ciego, entre otras actividades.

Doña Catrina interactuó con los asistentes mediante Leo..luego existo

En el marco del programa Leo…luego existo, Arturo Rosales dio vida a Doña Catrina y caracterizado como el personaje, interactuó con el público a través de textos en cuya lectura participaron los asistentes. El actor combinó la lectura con algunas canciones, como Perfume de gardenias, Arráncame la vida y No volveré, que el público no dudó en cantar.

Licenciado en Literatura dramática y Teatro con especialidad en Actuación, Rosales expresó que participa continuamente en el Programa de Fomento a la Lectura de Extensión Cultural, el cual es muy importante para que la gente pierda el miedo a los libros, que los abra y descubra nuevas visiones para contemplar el mundo.

Entre de las actividades que se llevaron a cabo se incluyó la forma de pintar sosteniendo un pincel con los dedos del pie, jugar a la lotería con imágenes en Lengua de Señas Mexicana, el armado de una figura con los ojos vendados y la escucha de diversos sonidos que detonan emociones para plasmarlos en un papel.

Presente Gráfica Móvil del Museo Nacional de la Estampa

 El Museo Nacional de la Estampa llevó el Taller de Gráfica Móvil y una larga fila de personas de todas las edades, con y sin discapacidad, se formó para elegir un grabado en linóleo para entintar y pasarlo posteriormente a la prensa y al tórculo para llevarse su estampa. Alejandra e Israel, dos personas ciegas, tocaron los instrumentos de impresión para conocer su funcionamiento.

Laboratorio Arte Alameda  propuso la actividad Punto de encuentro

El Laboratorio Arte Alameda participó con la actividad denominada Punto de encuentro, que consistía en unir emociones, en una especie de telar triangular, en el que de un lado representaba el yo, otro a las personas cercanas: familia y amigos y el tercer lado a la sociedad.

Con un hilo azul las personas representaban cómo son ellas y cómo las personas cercanas, mientras que con el hilo rosa elegían los adjetivos de cómo quisieran ser, cómo desearían que fueran los amigos, la familia y la sociedad.

Los participantes manifestaron que parecía una actividad sencilla, pero que les hacía pensar al momento de elegir los adjetivos; en los tres lados se podía leer frases como: soy amable, soy tímido, soy valiente, soy egoísta.

También se proporcionó información de las exposiciones y las actividades que realiza el recinto del INBAL, que cuenta con el programa Puedo ayudARTE, enfocado a personas con autismo y con condiciones de neurodesarrollo y similares.

Piano para todos

En otro espacio dedicado a personas sordas se presentó Juan Pablo Medina Gama, de 11 años de edad, estudiante del Sector Infantil del Conservatorio Nacional de Música (CNM) para tocar el piano. Su mamá, Isis Medina, comentó que Juan Pablo usa un implante coclear desde los cuatro años y tiene secuelas de parálisis cerebral, situación que lo hace encoger los dedos.

El piano fue una alternativa para su rehabilitación, empezó a tomar clases con un maestro particular y luego ingresó al programa Piano para todos del CNM, que coordina Gabriel Sierra Fincke, quien se mostró orgulloso de que su discípulo ya es alumno regular en la reconocida institución educativa.

Oportunidad para colaborar a favor de la inclusión

Entre los asistentes, Miranda Delgado comentó que las actividades de Extensión Cultural le parecen interesantes y despertaron conciencia entre quienes no tienen alguna discapacidad sobre las dificultades que enfrentan quienes viven con alguna discapacidad.

Sheila señaló que a través de estas actividades “nos pusimos en el lugar del otro”, y que la feria sirvió para involucrarse más y colaborar en favor de la inclusión.

Ana Luisa de Llano dijo estar contenta de llevarse un recuerdo, la impresión de una taza que realizó en el Taller de Grabado, mientras que César González mencionó que había aprendido algo más, especialmente porque a él le gusta dibujar e iba a intentar reproducir sus dibujos.

“Me encantó hablar con las manos y entenderme con otros niños que hablan con señas”, dijo Naidelin, quien jugó a la lotería en Lengua de Señas Mexicana.

El señor José Luis, que es invidente, tocó el hilorama del Laboratorio Arte Alameda y pidió que le leyeran los adjetivos para participar, en tanto que Karla Méndez dijo que nunca había intentado utilizar otras partes del cuerpo para realizar alguna actividad, por lo que salió orgullosa del dibujo que realizó al utilizar los dedos del pie.

Al finalizar la Feria de la Inclusión, cuyas actividades iniciaron a las 11:00 horas y finalizaron a las 17:00, el recuento de personas que interactuaron e hicieron posible el objetivo propuesto por el INBAL fue de aproximadamente dos mil, ya que cada taller requería de cierto tiempo para su realización y atención por parte de los equipos que los conducían.