Las y los bailarines de Ceprodac recorrerán cuatro hospitales de la Ciudad de México con el programa Danza, Fortaleza y Vulnerabilidad

Cultura

Mientras la gente aguarda a familiares o amigos que son atendidos en algún hospital, una veintena de bailarines aparece repentinamente en la sala de espera y desarrolla una breve coreografía que atrapa su atención y genera un vínculo que busca modificar su sentimiento de vulnerabilidad.
Son los integrantes del Centro de Producción de Danza Contemporánea (Ceprodac) del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) que, bajo la dirección del bailarín, coreógrafo y docente Marco Antonio Silva, logran una conexión con los espectadores a través del arte de la danza. Su presentación es parte del programa Danza, Fortaleza y Vulnerabilidad, con el que recorrerán cuatro hospitales de la Ciudad de México, en la alcaldía Miguel Hidalgo.
Con La espera / Tic tac del corazón, el grupo de bailarines estará, a partir de las 11:00 horas, el 21 y 29 de noviembre en el Hospital Rubén Leñero, el día 25 en el Instituto Nacional de Perinatología, el 26 en el Hospital Pediátrico Tacubaya y el 27 en el Hospital de la Mujer.
El impacto coreográfico de apenas ocho o nueve minutos de duración está diseñado para este tipo de espacios donde los bailarines dan rienda suelta a gestos y movimientos que aluden a la fragilidad humana y a la fortaleza espiritual; así, la danza saca a flote su “capacidad milagrosa” para ayudar a la gente a cambiar su estado emocional y sobreponerse a situaciones adversas y de incertidumbre.
Marco Antonio Silva, director artístico de Ceprodac, comentó que esta instancia del INBAL, llevará a cabo esta serie de impactos coreográficos enfocados a las personas que aguarda en las salas de espera de hospitales o clínicas.
Acercarse a ellas y a ellos a través del lenguaje dancístico y hacer contacto con quienes se encuentran en un momento vulnerable, es parte de la fortaleza de este arte con un sentido social.
“Al vernos, quienes esperan cambian su estado anímico; hemos obtenido algunos testimonios de visitas anteriores que expresan: no me lo esperaba, hice contacto con mi dolor, mi incertidumbre, ahora me siento mejor. Ese es el sentido de este trabajo de Ceprodac-INBAL”, dijo.
Añadió que una de las principales virtudes de este programa Danza, Fortaleza y Vulnerabilidad es que ha logrado que los bailarines establezcan contacto con la gente y puedan reconocerse a sí mismos en sus propias debilidades y fortalezas.
Recordó una de las sesiones en la que los bailarines se presentaron en el área de Urgencias, en la que había gran cantidad de personas. Al verlos, modificaron su estrés y ansiedad y el tiempo de espera se les volvió un segundo, porque habían logrado involucrarse en lo que veían.
“Hay quien dice que el arte es la forma de esperanza más elevada que existe y yo creo en eso. El dramaturgo y director de escena Luis de Tavira comentaba que el arte es como el pan, hay que llevarlo a quien tiene hambre, es un alimento espiritual que en estos momentos nos hace mucha falta”.
Cada una de las presentaciones de los bailarines del Ceprodac comenzará a las 11:00 horas y ofrecerán alrededor de cinco impactos coreográficos en diferentes áreas del hospital.
Para el año próximo se tiene contemplado visitar algunos lugares del interior de la República, en coordinación con Extensión Cultural del INBAL, espacios entre los que se encuentran albergues de migrantes, sanatorios, clínicas, orfanatorios, casas geriátricas y, eventualmente, Centros de Readaptación Social. “La característica del programa no es ofrecer una función convencional, sino llegar con una propuesta que se realiza de manera inesperada y diseñada para que la gente se mueva del lugar emocional en el que está”, expresó.
También han establecido comunicación con diferentes alcaldías de la Ciudad de México para continuar sus recorridos en centros de salud y mantener esta colaboración interinstitucional.