Hace unas horas, la Cámara de Diputados aprobó el Presupuesto de Egresos de la Federación 2021 (PEF 2021), confirmando la desaparición del Programa Escuelas de Tiempo Completo (PETC). Contrario al discurso oficial, el día de hoy ya no hay clave presupuestal para el PETC ni recursos asignados a dicho programa para su operación en 2021.
Lo que aprobaron las y los legisladores es un transitorio que indica que otro programa, denominado La Escuela es Nuestra (LEEN) y con reglas distintas “incluye recursos para ejecutar los objetivos” del PETC. Esto no cambia la realidad: el Programa Escuelas de Tiempo Completo, con más de tres millones y medio de niñas, niños y jóvenes inscritos en sus escuelas ha sido cancelado, despreciando la evidencia de los enormes y diversos beneficios que reporta en el aprendizaje, el rezago escolar, la desnutrición, el abandono escolar, las brechas entre escuelas pobres y no pobres y la inclusión de las mujeres en el mercado laboral, y lo peor, a las niñas y los niños mismos.
Sólo quedan sus objetivos, desvinculados del resto de las reglas de operación del Programa, y ahora atados al programa LEEN, que por su parte está dedicado a la mejora y mantenimiento de infraestructura escolar a través de transferencias a los comités escolares de administración participativa, con una lógica, estructura y modos de comprobación completamente ajenos al PETC.
El transitorio aprobado no menciona montos; solamente que LEEN incluye recursos para ejecutar los objetivos de PETC incluyendo los apoyos de las y los docentes. Pero la única manera de que alcance para cubrir la operación del PETC en las 27 mil escuelas adscritas al programa es si el entero presupuesto asignado a LEEN se utiliza en el PETC, y eso no es plausible. Recordemos que la SEP aún no ha cubierto los gastos del PETC en el segundo semestre de 2020, porque se quedó sin recursos para el programa desde julio pasado, debido al recorte del 50% al presupuesto del PETC aprobado en el anterior Presupuesto de Egresos de la Federación.
Hoy es un día triste para el derecho a la educación pues, sin recursos, su garantía y ejercicio se ven violentadas.
- Desaparecen la clave presupuestal del Programa de Escuelas de Tiempo Completo y queda sujeto a la discrecionalidad de la Secretaría de Educación Pública (SEP) la recuperación de los 10, 543 mdp necesarios para su operación.
- Desaparece la clave presupuestal del programa destinado a financiar los proyectos de aprendizajes de las normales y la ampliación aceptada queda etiquetada como gasto administrativo a la Dirección General de Educación Superior para Profesionales de la Educación.
- Desaparecen los programas destinados la recuperación de aprendizajes de las escuelas que atienden a niñas, niños y jóvenes indígenas e hijos de jornaleros agrícolas, migrantes e indígenas.
Convocamos a las familias afectadas, a las organizaciones de defensa de derechos de niñas y niños, y ciudadanas y ciudadanos, a manifestar nuestra decepción y rechazo a esta falta de compromiso con el presente y el futuro del país. Estamos en un momento crucial, en el que se necesita una estrecha vigilancia ahora sobre lo que la SEP deberá implementar, sobre la responsabilidad de Hacienda de realizar ajustes y ampliaciones apegadas a la necesidad de niñas y niños, así como una nueva exigencia a los legisladores de la mayoría que decepcionan y contradicen lo que prometieron defender y muestran una grave incongruencia entre su discurso y la acción. Seguiremos impulsando el diálogo informado desde el micrositio mexicanosprimero.org/alzalavoz
