Las margaritas (Sedmikrásky), la fábula inconformista de Věra Chytilová

Cultura

La obra culmen de la trayectoria de la directora checa Věra Chytilová, Las margaritas (Sedmikrásky), trata sobre la errancia de dos jóvenes que deciden actuar de manera irreverente en contraposición al conformismo de la sociedad checa. Una joya imprescindible, vilipendiada por las autoridades comunistas de aquel momento y marcada por un viento fresco de ingenio formal.

Para descubrir el cine de Věra Chytilová

Esta ex diseñadora y modelo nacida en 1929 en República Checa ejerció de actriz, continuista y asistente de dirección antes de decidirse a dirigir. Tras comenzar con algunas películas reconocidas por la Academia de cine de Praga, en la que ella fue una de las primeras mujeres estudiadas, dirigió dos largometrajes y participó en el manifiesto de la nueva ola checoslovaca. Tres años más tarde, en 1966, finalizó Las margaritas (Sedmikrásky),obra experimental en la que radicalizó su lenguaje cinematográfico. A causa de la prohibición de rodar en 1968 debida a la promulgación de normas totalitarias, tardó seis años en volver a colocarse tras la cámara. Věra Chytilová siguió utilizando un enfoque crítico de la sociedad hasta el final de su trayectoria y se fue orientando hacia el documental.

Por el ingenio formal de esta obra maestra pop

Las margaritas (Sedmikrásky) marcó el comienzo de la colaboración entre Věra Chytilová y Ester Krumbachová, que colaboró en el guion y el excéntrico vestuario, y también permitió al director de fotografía, Jaroslav Kučera, disfrutar de una gran libertad de experimentación. «Cuando me reuní con Jaroslav Kučera para preparar Las margaritas (Sedmikrásky), comenzamos a pensar en algún tema que nos permitiera experimentar con todas las posibilidades del lenguaje cinematográfico. Nos daba la sensación de que, a menudo, las películas no eran más que teatro grabado y no buscaban impactar visualmente al espectador. Entonces conocimos a Ester Krumbachová, que contaba con su propia visión, y este encuentro fue clave para mí. Fue cuando me di cuenta de que cada escena se debe concebir con un enfoque semántico, dedicada a un sentido específico», explicó ella.