La UAM busca asegurar la igualdad de género y erradicar conductas violentas

Cultura

La Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) realiza esfuerzos para alcanzar objetivos institucionales fundamentales para asegurar la igualdad de género y erradicar conductas violentas y discriminatorias en los espacios universitarios entre los integrantes de su comunidad, aseguró el doctor Eduardo Peñalosa Castro.

En la inauguración de los Talleres de formación profesional en el manejo de casos de violencia por motivos de género en el ámbito universitario, organizados por la Defensoría de los Derechos Universitarios (DDU) de la UAM, el Rector General de esta casa de estudios enfatizó la importancia de esta iniciativa para conformar equipos especializados con las herramientas teóricas y metodológicas que otorguen el perfil requerido a quienes tendrán la responsabilidad de atender o acompañar en un caso del tipo.

En septiembre de 2019, el Colegio Académico emitió un comunicado a la opinión pública reconociendo el rezago histórico en su normatividad, procedimientos institucionales y servicios para identificar, prevenir, atender, sancionar y erradicar la violencia de género.

Por ello, la Casa abierta al tiempo “asumió el compromiso de atenderlo de manera inmediata y el Colegio Académico manifestó su enérgico rechazo como órgano representante de todos los sectores universitarios ante cualquiera de las expresiones de este fenómeno y reafirmó su obligación de generar las políticas y las medidas transversales para la incorporación de la perspectiva de género en la normatividad y las prácticas de la Institución”.

La Institución cuenta con una comisión encargada de diseñar políticas transversales para erradicar la violencia por razones de género que serán presentadas en una fecha próxima ante el pleno del Colegio Académico.

La doctora Guadalupe Huacuz Elías, titular de la DDU, manifestó que los Talleres son una oportunidad para dialogar e intercambiar saberes que comprenden 180 horas para discutir la pertinencia del diseño de un protocolo unificado de atención a las víctimas de violencia por motivos de género en la UAM, aplicable para todos los planes y áreas administrativas con el fin de reconstruir rutas críticas, estandarizar el tratamiento e identificar responsabilidades.

La formación profesional que inicia hoy –en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer– es un continuo de las actividades, discusiones e investigaciones gestadas en varios momentos en la Universidad que datan de hace más de 20 años.

Algunos hallazgos en estos trabajos revelaron que de acuerdo con el estudiantado las modalidades de intimidación más frecuentes experimentadas en la UAM son entre pares; de pareja o durante el noviazgo; sexual, hostigamiento y acoso –en donde los principales perpetradores son los varones estudiantes, profesores y trabajadores– sobre todo dirigidas hacia el sector femenino o hacia otros individuos con menor poder y prestigio.

“La producción académica sobre el tema en nuestra institución es tan vasta como las acciones para encarar y atender el problema; de manera individual o en grupo, los esfuerzos se han hecho presentes, por mencionar algunos: la UAM cuenta con la Maestría en Estudios de la Mujer, pionera en México, y con el Doctorado en Estudios Feministas, ambos programas de excelencia académica proveen de elementos analíticos a la experiencia empírica para deconstruir” el dilema.

También destacó el Observatorio Nacional sobre Violencia entre Hombres y Mujeres con más de una década de actividades en la sede Iztapalapa; el Seminario Divisional de Estudios de Género y Violencias contra las Mujeres, de la sede Azcapotzalco; el colectivo Cuerpos que Importan, que desde hace varios años trabaja en la difusión y atención de casos del tipo en Xochimilco; la Asamblea Feminista, de Cuajimalpa y el Primer Encuentro Inter UAM contra la Violencia de Género, realizado en 2018.

Dichas acciones colectivas de trabajo académico feminista han dado impulso a políticas institucionales en la materia y en este momento la UAM cuenta con cuatro protocolos de atención a la violencia por motivos de género en sedes académicas y un protocolo divisional, además del reglamento de la DDU.

“De esta normatividad han derivado espacios para la atención como la Unidad de Género y Diversidad Sexual, del campus Azcapotzalco; la Unidad Especializada en Igualdad y Equidad de Género, de Cuajimalpa; la Unidad de Atención para la Prevención y Erradicación de las Violencias de Género, la Inclusión con Equidad y el Respeto a las Diversidades, de Iztapalapa; la Coordinación de Bienestar Universitario y Género, de Lerma, y la Unidad de Prevención y Atención a la Violencia de Género, de Xochimilco”.

El doctor José Antonio De los Reyes Heredia, secretario general de la UAM, realizó la declaratoria inaugural y agregó que los Talleres en los que participarán 45 integrantes de todas las sedes académicas y administrativas de la Casa abierta al tiempo, tocarán desde la perspectiva multi y transdisciplinaria las diferentes problemáticas para visibilizar y construir las identidades de género, fundamentales para el debate teórico, pero que además tienen consecuencias prácticas al interior de la Institución con temas que incluyen la argumentación jurídica y las consecuencias de la violencia de género en ámbitos distintos.

En la actividad también estuvieron presentes los rectores de los cinco campus universitarios, los doctores Oscar Lozano Carrillo (Azcapotzalco); Rodolfo Suárez Molnar (Cuajimalpa); Rodrigo Díaz Cruz (Iztapalapa); José Mariano García Garibay (Lerma), y Fernando De León González (Xochimilco), así como los maestros Rodrigo Serrano Vásquez, abogado general, y Francisco Mata Rosas, coordinador general de Difusión.

Al término de la inauguración, la académica Leticia Bonifaz Alfonzo, integrante del Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), dictó una conferencia magistral en la cual abordó las formas de atención a casos de violencia y las posibilidades y límites del acceso a la justicia femenina.

Las casas de estudio “deben estar a la vanguardia en la lucha contra la violencia hacia el interior como hacia afuera de ellas, porque finalmente los universitarios somos privilegiados en relación con el resto, no sólo en nuestra capacidad de comprensión de los problemas, sino también para las posibilidades de incidir en trazar políticas públicas y dar soluciones permanentes en el espacio público y privado”, expresó.

“Lo que cambia en relación a cómo se atiende la violencia en general es que en las instituciones de educación superior hay muchas mujeres con mucha mayor conciencia por su estatus universitario que van a instancias que también tienen mejor formación que aquellas que revisan casos generales en ministerios públicos; esto es una gran ventaja porque quienes están al frente de los sitios que reciben las quejas conocen de teoría de género y tienen un bagaje teórico que puede ser usado de la mejor manera en favor de las estudiantes.

Cuando se establecen los protocolos, no sólo son respetuosos de los derechos humanos, sino en particular de los de la población femenina, y aquí vale la pena recordar que si ya sabemos qué funciona mal en las denuncias en los otros lugares, es justo eso lo que no debemos hacer en los espacios universitarios”.